Los 39 muertos hallados en un camión frigorífico cerca de Londres eran ciudadanos chinos. Así lo informó este jueves la policía británica, un día después del macabro descubrimiento que horrorizó al país.

Se trata de ocho mujeres, una de ellas muy joven, y 31 hombres. Esta tragedia recuerda un caso parecido ocurrido en junio de 2000, cuando 58 migrantes clandestinos chinos fueron encontrados muertos por asfixia en un camión cerca del puerto de Douvres, en el sur del país.

Representantes de la embajada de China tenían que desplazarse el jueves al lugar, a unos 30 km al este de Londres, según las autoridades chinas.

El miércoles, la policía británica fue alertada del descubrimiento de un camión con cadáveres en su interior una zona industrial en la localidad de Grays.

Desde entonces se puso en marcha una investigación para aclarar las circunstancias de estas muertes, que ya provocaron llamamientos al gobierno para que se refuerce la lucha contra las redes de migración clandestina, que usan métodos muy arriesgados e inseguros para evadir los controles.

La noche del miércoles al jueves, la policía británica registró tres propiedades en Irlanda del Norte. El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, está detenido desde el miércoles y es objeto de una investigación por asesinato, según la policía.

Según la prensa británica, se trata de Mo Robinson, habitante de Portadown, en el condado de Armagh, donde se llevaron a cabo los registros en las últimas horas. La policía no quiso confirmar esta información.

Investigación “compleja y larga”

“Por ahora no sabemos cuándo entraron las víctimas en el camión y si fue en Bélgica”, indicó la policía.

Las autoridades búlgaras también confirmaron la matriculación del vehículo en Bulgaria en 2017, pero aseguraron que el vehículo no había regresado al país desde entonces.

Según la Agencia Nacional de lucha contra el Crimen (NCA, según sus siglas en inglés), el número de migrantes que entran clandestinamente al Reino Unido en contenedores y camiones ha aumentado desde hace algunos años.

En informes recientes, la NCA lamentaba la “utilización creciente de métodos para hacer entrar clandestinos cada vez más arriesgados”, principalmente desde el puerto de Calais, en Francia, desde Zeebruges o por el túnel de La Mancha.