Audelia Parra es una mujer de 70 años oriunda de Los Ángeles, región del Bío Bío, que sufrió un grave accidente mientras la operaban en el hospital Víctor Ríos Ruiz de esa ciudad.
Y es que mientras se sometía a una cirugía a la vasícula, el médico le rompió la arteria aorta y sus posibilidades de sobrevivir era una de 10 mil millones.
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“Las probabilidades de vida eran nulas. Mi abuela se iba apagando“, comentó el nieto de Audelia, Álvaro Martínez, a 24 Horas, revelando que tras esa situación, las enfermeras hicieron pasar a sus familiares para que pudieran despedirse de ella.
En solo una semana, la mujer se sometió a siete intervenciones, y aún así no tenía posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, Álvaro, quien ahora es sacerdote, comentó que en ese momento empezó a rezarle a la beata Vicenta María Poloni, fundadora del Instituto Hermanas de la Misericordia de Verona, y, según la mujer, “ella escuchó. Fue un milagro pienso yo, porque de una cosa así nadie se escapa“.
Y es que Audelia no solo se recuperó, sino que también quedó sin secuelas en su organismo.
Luis Urrea, cirujano vascular del Hospital Higueras de Talcahuano, recuerda que ese entonces recibió un llamado desde Los Ángeles para que fuera a analizar el caso debido a sus 25 años de experiencia, y aunque igualmente viajó a esa ciudad, él tenía claro que no había nada que hacer.
“La literatura que pueda sustentar la recuperación de esta paciente, no existe. Y si existe son milagros, y yo creo que sí estuvo la mano de Dios, no tengo ninguna duda“, agregó Urrea.
Fue por eso que su nieto, en mayo de 2014, postuló el caso de su abuela al Vaticano como un milagro de la beata Vicenta María Poloni. Y recién cuatro años más tarde, en enero de 2018, la Santa Sede comenzó a investigar lo ocurrido, entrevistando a familiares de la afectada y también al equipo médico que la atendió en ese entonces.
Ahora solo queda que el Vaticano tome una decisión respecto a todos los antecedentes reunidos.
