El domingo 2 abril de 1995, en la localidad de Los Lagos, Región de Los Ríos, la joven Anita Molina de 20 años salió de su casa rumbo a su trabajo en una cafetería. Lamentablemente, ese fue el último día que sus abuelos la vieron con vida.

Dos días después, la mujer fue encontrada muerta en extrañas circunstancias al lado de un camino en una quebrada, a 100 metros de su propia casa, en el sector Nevada.

La señora Elsa, tía de Anita, señaló en entrevista con Página 7 que la joven madre “era una niña hermosa, alegre, preciosa y cariñosa”.

“Hasta el día de hoy nosotros no sabemos quiénes fueron los culpables (…) En esos años se investigó un poco, pero como somos una familia de escasos recursos, no podíamos hacer nada más”, lamentó sobre el caso que fue sobreseído dos años después del homicidio.

En ese entonces, la teoría que manejaba la policía, señalaba que Anita había sido atacada por terceras personas. Sin embargo, nunca se pudo encontrar a los autores del crimen. “El caso se cerró, quedó hasta ahí. Se decía que ‘pudo’ haber sido esta persona, pero la verdad es que nunca tuvimos idea de lo que pasó”, añadió.

Diario El Austral
Diario El Austral

Con respecto a los sospechosos, Elsa recordó que durante la investigación arrestaron solo a una persona, el cual quedó en libertad inmediatamente. “Lo tuvieron detenido, pero después lo soltaron (…) Nunca supimos la verdad”, lamentó.

“¿Quién fue y por qué?”, son las grandes interrogantes con las que la familia de Anita ha vivido durante más de 2 décadas. “Han sido años de vivir con un dolor tremendo (…) Con el tiempo se aprende a vivir, la pena nunca se termina”, expresó.

Buscan una respuesta

“La Revuelta Colectiva”, una organización de mujeres de Los Lagos que busca erradicar los femicidios y hacer justicia por las víctimas, se contactó con la madre de Anita para difundir el caso y tomar acciones al respecto.

“Llamaron a mi hermana para que llevara la poca información que tenemos y las fotografías. Yo creo que con eso que tenemos igual se puede hacer algo (…) Esperamos que se pueda reabrir el caso, nunca es tarde”, señaló esperanzada la tía de la joven asesinada.

“Nosotros seguimos extrañando a Ana. Mi mamá tiene 84 años, y ella hasta el día de hoy sigue llorando por su nieta. Yo quisiera que las autoridades nos tomaran en cuenta, que nos ayudaran, para que por último mi madre tuviera en su corazón tranquilidad y paz”, finalizó.