El ritmo de vida agitado a causa del trabajo, sumado al sedentarismo que caracteriza a la población chilena, ha provocado que las cifras de ataques cardíacos vayan en aumento. No por nada las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el país, y en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

Esto se debe a que el estilo de vida que mantienen los chilenos, donde deben pasar largas jornadas de trabajo, sumado al tiempo en la locomoción, la mala alimentación y el poco ejercicio físico que realizan en el día, propician enfermedades cardiovasculares, es decir, favorecen los ataques cardíacos.

En conversación con Página 7, el médico cirujano Francisco Pino explicó que un ataque cardíaco se produce cuando “deja de llegar sangre a cualquier lugar del cuerpo. Si se da que se corta la sangre por una arteria o por un taponamiento en el corazón, hablamos de un infarto”.

Agrega que “el corazón necesita tener sangre permanentemente. Si se tapa una arteria porque está muy dura o porque se soltó un coágulo, entonces deja de llegar sangre al corazón y ahí se produce un infarto”.

En cuanto a los síntomas, el doctor precisa que las personas que sufren un ataque cardíaco se ponen pálidas, se les acelera el pulso y deberían sentir un “pequeño dolor en el pecho y también en el hombro, ya que como no llega sangre, el corazón trata de bombearlo”.

Añade que “en esa parte (del hombro) se genera el dolor tratando de que se reanude el latido del corazón. Generalmente duele el izquierdo, porque es el lugar en donde se expulsa la sangre para todo el cuerpo, en cambio el derecho solo recibe”.

¿Se puede prevenir un infarto al corazón?

El médico es enfático en decir que sí, pero siempre y cuando se sigan las pautas que exigen una vida saludable.

Pino sostiene que es urgente tener llevar una alimentación sana, realizar ejercicios constantemente, y evaluar cómo está la salud. “No hay que comer cosas que tengan mucho colesterol, como grasas y azúcares. La comida chatarra influye negativamente, tener un alto colesterol va tapando las arterias y se ponen más duras, ya que no son capaces de bombear más sangre”.

En cuanto al ejercicio, sostiene que “mientras la persona camine y se mueva, se previene harto. Se recomienda caminar unos 4000 pasos diarios, que serían aproximadamente 10 cuadras todos los días. Eso es bastante preventivo, siempre y cuando se mantenga una dieta y una alimentación saludable”.

El especialista indica que es muy importante, “así como la persona chequea el auto una vez al año, el cuerpo también necesita revisión como mínimo una vez al año, ahí se analizan exámenes de sangre, colesterol, glicemia, entre otros”.

Francisco Pino menciona a Página 7 que es de suma importancia también la herencia, es decir que si los padres, abuelos o familiares han sufrido de un ataque cardíaco, es preciso hacerse un chequeo para evitar daños posteriores.

Según señaló la OMS, “de aquí a 2030, casi 23,6 millones de personas morirán por alguna enfermedad cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Se prevé que estas enfermedades sigan siendo la principal causa de muerte.

Por lo que se puede apreciar a largo plazo, la enfermedad está lejos de terminar, pero con pequeños cambios en el estilo de vida, se puede reducir la probabilidad de sufrir uno.