Por al menos dos horas habría sido agredido el menor de un año que murió, presuntamente, golpeado por su propio padre en la comuna de Lanco, región de Los Ríos.

Tras la reconstitución de escena que se realizó este viernes, el imputado dijo no recordar cómo quedó el pequeño, ni tampoco haberlo enterrado, como lo declaró hace unos días ante la Policía de Investigaciones.

Tensión había en el sector Centinela de la comuna de Lanco, previo y durante la reconstitución de escena del presunto parricidio de Damián Urrea Ancamilla, a la que asistió el imputado y padre de la víctima, Daviad Urrea Pineda de 23 años, quien confesó su participación en el crimen registrado el pasado domingo.

Tras su detención, el hombre dijo que le pegó al niño porque lloraba mucho, luego que lo enterró y después desenterró para dejarlo sentado en un sillón, caso que advirtió el abuelo del pequeño, quien los trasladó hasta el hospital donde se constató su muerte.

El fiscal de Mariquina, Alejandro Ríos, indicó que ahora el imputado dijo que sólo se acordaba que el niño lloraba, que para calmarlo lo paseó y se habrían caído; que le habría dado unas palmadas y golpeado con una zapatilla, para luego caer el niño de la casa, sin recordar más.

Según el jefe subrogante de la Brigada de Homicidios de la PDI, el comisario Ricardo Cabrini, hay elementos que no se condicen.

Francisco Ancamilla era tío de Damián. Al igual que el resto de su familia, esperan que se haga justicia.

Familiares del imputado se excusaron de hablar del tema, como también su abogado defensor. La madre de la víctima quedó acompañada por una prima del padre de su hijo, sin querer referirse a lo ocurrido.

Los elementos recogidos en esta diligencia serán cotejados con los que están en la carpeta investigativa, a la espera de las pericias psiquiátricas y psicológicas al imputado, pruebas de ADN y el informe de alcoholemia, ya que el hombre habría consumido una importante cantidad de alcohol previo al crimen.