Las cámaras de vigilancia de la comuna de Quintero grabaron el 17 de marzo a una pareja besándose en la plaza de la ciudad, algo que parece cotidiano y sin mayor relevancia, pero los registros de seguridad comunal llegaron a las manos del marido de la mujer, quien no era el hombre que aparecía en las imágenes.

Esta situación provocó un quiebre matrimonial, pues la mujer fue acusada de infidelidad pese a que ella asegura que ya estaba separada de su ahora expareja.

La situación complicó bastante a la protagonista de las imágenes, quien ahora aseguró que estudia acciones legales en contra de la municipalidad, por hacer uso indebido de las cámaras de seguridad y sus registros.

A mí me destruyeron, de pasadita a mi familia y también a mi expareja”. Estoy con crisis de angustia“, dijo la mujer al noticiero 24Horas, resguardando su identidad.

Ahora aseguró que ni siquiera puede salir de su casa sin sentir temor. “No me dan ganas de salir por lo mismo, porque pienso que todo el mundo me está grabando. Pienso que todo el mundo está espiando mi vida, porque ya me sentí vulnerada“, indicó.

El abogado de la mujer, José Ignacio Aguirre, enfatizó en que evidentemente hubo un seguimiento especial a la mujer, pues en ningún momento existe, en las imágenes, un objetivo de seguridad pública.

Ella, por su parte, agregó: “El hecho que yo aparezca, saliendo de carrete a las 4 y media y me estén grabando, que me estén haciendo zoom, todo a mi persona con la cámara de la municipalidad, que es para robos (…) siento que todo está encima mío“.

Cabe señalar que luego que llegaran las imágenes a manos de la expareja de la mujer, ella tuvo que abandonar la casa donde vivía junto a sus cinco hijos.