El 2015 Claudia Di Girólamo retornó a TVN luego de estar cuatro años fuera en Chilevisión, donde protagonizó teleseries como La Doña y Las 2 Carolinas.

Su regreso se dio en el marco del entonces nuevo proyecto vespertino llamado Matriarcas, donde nuevamente ella tendría el rol principal junto a su pareja actoral de año, Francisco Reyes.

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No obstante, la teleserie no obtuvo las cifras esperadas y sepultó aún más la crisis económica que enfrentaba la señal pública. En este contexto, a fines del año pasado TVN decidió no renovarle el contrato y Claudia abandonó la estación en completo hermetismo.

No obstante, a varios meses de esa situación, la actriz decidió romper el silencio y se refirió a su breve paso por la señal pública en la Revista Ya de El Mercurio.

Allí confesó que su desvinculación era algo que esperaba dado el ambiente que había en el canal, aclarando que no se trataba de “mala onda ni nada”, sino que simplemente porque dejaron de contemplarla para nuevos trabajos. “Había proyectos y nunca se acercaban a mí, entonces se empieza a desgastar todo, y era evidente que iban a esperar a que mi contrato se venciera y luego no lo iban a renovar“, declaró.

Tras su salida, reconoció que se sintió “desechada” y no quiso pensar que era un tema de edad, pues eso “hablaría muy mal de un canal público que en su proyecto de vida tiene la obligación de ser pluralista y diverso”.

Pero en su corta estadía, Claudia dio todo por Matriarcas, pues aseguró que cuando le ofrecieron el proyecto sonaba interesante, pero una vez que avanzaban las grabaciones, se fue desilusionando de la idea y terminó pasándolo ‘pésimo’.

La historia no creció, y no quiero ni pensar lo difícil que debe ser escribir una teleserie, pero yo empecé a pasarlo mal, muy mal, empecé a adelgazar“, reveló, contando que en ese entonces también estaba haciendo una obra de teatro y debía levantarse a las 5 de la mañana para estudiar las escenas de la teleserie.

Cuando llegaba al teatro borraba mentalmente el día en el canal. Decía ‘qué rico estar acá’. Me tomaba mi café, me fumaba mi cigarro y me olvidaba del día de grabación. Pero al final de ese año, cuando me miré al espejo, con ocho kilos menos y los pantalones que se caían solos, pensé que no estaba siendo muy feliz”, agregó.

Por último, pese a lo difícil que fue su salida, reconoce que estuvo totalmente justificada, puesto que era un periodo complejo para el canal y “era bien fuerte ver el desangre del canal”.