La emocionante reflexión de Javiera Suárez: así sobrelleva su cáncer y embarazo
Hace casi un año, Javiera Suárez estaba cumpliendo uno de los sueños de su vida casándose con el cirujano plástico Cristián Arriagada.
Es por eso que la periodista publicó unas sentidas palabras en su cuenta de Instagram, donde reflexiona sobre lo que le ha tocado vivir durante este tiempo y lo que ha significado para ella.
Lee también: El conmovedor regalo que recibió Javiera Suárez por parte de sus amigas
“Hoy mis prioridades han cambiado. Yo he cambiado, pero para mejor. Aunque la palabra cáncer supone un término que viene a joderte la vida, lo cierto es que aunque preferiría no tenerlo y estoy haciendo todo para que se vaya, no lo veo como el fin del mundo. Cosas maravillosas me han pasado en estos 4 meses“, señala la comunicadora en uno de sus párrafos.
Y agrega: “Partiendo por mi marido. Durante este tiempo, he conocido a un Cristián que me hace admirarlo y amarlo aún más. Gracias a él, estoy en pie. Nuestro hijo Pedro que viene en camino, que a pesar de todo pronóstico sigue aquí junto a nosotros, y nos regaló el sueño de ser papás y la alegría de sentirme aún más viva”.
Además, la rubia indica que ha aprendido a agradecer a Dios por cada día de vida y a “no dar los días de vida por garantizado”. También a alimentarse mejor, cuidar su cuerpo y a quererse más.
En cuanto a sus relaciones personales, Javiera comenta que se ha acercado más a algunos familiares, mientras que por otro lado ha sanado ciertas relaciones.
“Me he dado cuenta del tremendo cariño que las personas sienten por mí. De los grandes amigos que tengo” (…) Estando ahí, siempre. Al pie del cañón. Sin bajar la guardia, alegrándonos, queriéndonos, acompañándonos. Preocupados y rezando para que todo esté bien. Cómo no sentirme ¡Feliz!”, explica.
Y continúa: “Me he acercado a Dios y a la virgen. Y he visto cómo pequeños milagros me ocurren día a día. Soy más agradecida de las cosas simples. Y he aprendido a ser menos ansiosa. A entender que hay veces que no puedes tomar el control de las cosas, simplemente porque la vida te da sorpresas que te llegan así un lunes en la tarde. Te cambian el tablero y los ejes de la tierra se dan vuelta. Y piensas que nada puede ir peor, pero después de la tormenta sale el sol”.
Finalmente termina expresando: “Cada uno de nosotros tiene su propio cáncer que te nubla, que te preocupa, que te hace llorar. Y espero que llores. Que llores hasta salirte de ti mismo, pero que sin embargo seas capaz de comprender que la luz que entra en nuestras vidas no es sino aquella que nosotros dejamos que entre. Que seas capaz de verla y que agradezcas no tanto por ayer ni por mañana, sino por hoy, por ahora, que a fin de cuentas es lo único que tenemos por seguro”.