“El jurado la tiene difícil”: Cirko Marisko sueña con llegar a Viña ante esperada final de Coliseo
Coliseo entra en su etapa decisiva y ya se prepara para definir al comediante —o dupla— que podría cumplir el sueño de llegar al Festival de Viña 2026. Tras audiciones, cruces de humor y verdaderas batallas en el escenario, el programa ya tiene a sus primeros finalistas, entre los que destaca Cirko Marisko, representantes del humor callejero clásico, con más de tres décadas de trayectoria.
Formado por Martín Konga y Luis Álvarez, el dúo nació en las calles de Buenos Aires, donde desarrollaron un estilo propio en plazas y parques emblemáticos de la capital argentina.
Hoy, ese mismo humor busca conquistar un formato televisivo como Coliseo, y proyectarse a un escenario masivo.
Sobre el desafío de llevar su lenguaje callejero a un formato televisivo, Lucas reconoce que el principal ajuste pasó por la escritura y la técnica.
“Lo más complejo fue el trabajo de bajar a papel lo que tenemos en la cabeza, el ejercicio de la escritura y el análisis técnico de lo que nos sale naturalmente, y el cambio del espacio de la calle a la televisión, donde hay que tener en cuenta las cámaras. En la calle se ve todo, todo el tiempo; en la televisión aparece la ‘magia de la edición’”, explicó el comediante, en entrevista con Página 7.

Martín, en tanto, valora las nuevas herramientas que ofrece un escenario de mayor escala, sin perder la esencia.
“Cuando nosotros, siendo callejeros, saltamos a un escenario grande como puede ser un festival, nos encontramos con más recursos para aprovechar, ya sea en lo técnico y en lo artístico. Lo que nunca cambiamos es mantener nuestro estilo de humor y nuestra impronta urbana”.
Cirko Marisko: un humor noventero que busca conectar con El Monstruo
Consultados por el sello noventero que muchos extrañan en la Quinta Vergara, Lucas asegura que su propuesta va más allá de la nostalgia.
“Por experiencia sabemos que nuestro estilo tiene distintos recursos. La influencia de los humoristas de los años 90 es una de nuestras características, dentro de una propuesta en formato de varieté. Nuestra identidad estética está ligada al hip hop y al rock, lo que hace que nuestra propuesta sea más permeable en distintos grupos, sectores y edades”, comentó.
Respecto a sus opciones en la recta final del programa, Martín admite que el camino ha superado todas sus expectativas.
“La verdad es que no nos imaginábamos llegar a la final de Coliseo, tampoco imaginamos el apoyo de la gente. Cada vez que venimos a Santiago tratamos de hacer presentaciones y nos ha ido súper”, afirmó, agregando que “si llegamos a la final es porque posibilidades tenemos”.
“El jurado la tiene difícil. Hay que esperar a finales de diciembre para jugar a la gran final”, expresó.

Mega
Mirando a Viña y al proceso creativo
Pensando en un eventual paso por Viña 2026, Lucas considera que el tiempo de preparación sería suficiente, aunque exigente.
“Dos meses para preparar una rutina completamente nueva es suficiente, si se trabaja exclusivamente en eso, teniendo en cuenta que vamos a estar haciendo nuestra temporada de verano. Es un desafío, considerando nuestro propio estándar de exigencia”, explicó.
Finalmente, Martín detalló cómo construyen sus rutinas, un proceso que sigue fiel a su origen callejero.
“Nuestro proceso de creación es muy variado. A veces desde nuestro vínculo de amigos salen ideas, otras veces desde lo teórico o desde lo gestual. Básicamente, la improvisación y la espontaneidad son nuestras herramientas”, señaló, reconociendo que Coliseo los obligó a enfrentarse a algo nuevo: “Ahora estamos familiarizándonos con eso de escribir, ya que los guiones se presentan por escrito, algo totalmente nuevo para nosotros”.
Con la final cada vez más cerca, Cirko Marisko se posiciona como una de las propuestas más singulares del certamen, apostando por un humor de calle que busca volver a rugir en los grandes escenarios.