Reseña Heartstopper 2: una tierna caricia al corazón a la altura de la primera temporada
El jueves pasado se estrenó la esperada segunda temporada de la serie Heartstopper en Netflix, que volvió a maravillar a los televidentes como en su primera emisión.
Con ocho capítulos de media hora, la ficción vuelve a centrarse en la relación de Nick (Kit Connor) y Charlie (Joe Locke), quienes, después de aceptar su cariño recíproco, deben enfrentar nuevos desafíos.
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Sin embargo, su historia no se hace tediosa, ya que también podemos conocer las aventuras de los otros personajes, tan entrañables como sus protagonistas.
Heartstopper, al igual que la novela gráfica en la que está basada, nunca pierde el norte y sigue siendo una historia adolescente con tramas acordes a su edad, y resoluciones de conflicto que son como una caricia al corazón.
Además, la historia divierte y conmueve, mientras los personajes (tanto los protagonistas como sus amigos) pasan por sus propios dramas, miedos, angustias y temores con los que más de alguno se podrá sentir identificado.
Adolescentes y su descubrimiento
No hay que olvidar que la serie se centra en las vivencias de jóvenes LGBTIQ+, que siguen descubriendo y aceptando su propia orientación sexual y expresión de género.
De hecho, el propio Nick aún no sabe cómo “salir del clóset” como bisexual frente a sus otros amigos e incluso su padre y su hermano, y se destaca que actualmente las redes sociales tienen un papel muy importante en este tipo de decisiones.
Por otro lado, Elle amplía su círculo, ya que conoce, por primera vez, a otras dos personas trans, un chico y una chica, con quienes se sentirá acogida, aunque no se refiera directamente a su transición ni los problemas que vivió a causa de eso.
Isaac, que siempre está en segundo plano leyendo un libro diferente cada vez, se sentirá conflictuado, ya que él no tiene los mismos deseos que sus amigos y sentirá que tiene algo malo, aunque finalmente descubrirá que su orientación “rompe” con todo lo que pasa a su alrededor y tendrá que aprender a lidiar con ello.
Pero la serie también toca otros temas profundos, con Charlie que sufre de un desorden alimenticio que se vio venir desde la primera temporada, pero que ahora será mucho más grave y afectará a su novio, que no sabe cómo ayudarlo y eso lo angustia.
También Darcy, la chica que siempre se vio segura y alegre, comenzará a tener problemas con su novia Tara, por secretos e inseguridades que no quiere que salgan a la luz.
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Heartstopper, una historia para el corazón
Todos los altibajos a lo largo de los ocho capítulos son una montaña rusa de emociones para el televidente, las actuaciones, la música, los colores y los detalles dibujados ayudan a adentrarse en la tierna historia.
El amor es importante, pero no solo el romántico, sino que también el que viven entre amigos, colegas y el propio futuro por el que cada uno trabaja.
Una de las novedades es la relación madura y a la vez inocente de un adulto que descubrió a los 30 años su orientación y que otro compañero lo guiará con sus nuevos sentimientos.
Finalmente, es una historia necesaria para las juventudes disidentes, y también para quienes tuvieron que vivir una infancia sin poder vivir tal cual son, porque muestra con esperanza que el futuro y las nuevas generaciones tienen esperanza de poder autorrealizarse.
Y es todo lleno de ternura, suavidad y problemas con temas tan fáciles y al mismo tiempo tan complicados como decir un ‘te amo’.
