Marcela Vacarezza y la difícil pregunta de su hijo Benjamín sobre su origen: “Me empezó a complicar”
Marcela Vacarezza estará este viernes invitada a Podemos Hablar, y en su paso por el programa habló de las difíciles preguntas que le hace su hijo menor, Benjamín.
Recordemos que el pequeño llegó a la familia Araneda Vacarezza con solo meses de vida, luego de que decidieran adoptarlo en el hogar Santa Clara.
Sobre ello, la expanelista de espectáculos contó que un día el pequeño “bajó del segundo piso muy rápido, yo no sé de dónde sacó el tema y me dijo: ‘Mamá, ¿yo estuve en tu guatita?'”.
Ante la interrogante, Marcela Vacarezza le explicó que no, pero la situación se complicó cuando comenzó a preguntar por cada uno de sus hermanos. “‘¿Yo no estuve en tu guatita?’, No le dije, ‘¿y en la guatita de quién?'”, precisó.
En ese sentido, la esposa de Rafael Araneda trató de explicarle que estuvo en el vientre de otra mujer, pero eso permitió que ellos se conocieran, y que un tiempo vivió en una casa con otros bebés.
“Después, a los cuatro días me preguntó: ‘¿y ustedes me compraron?’, no mi amor, le dije, a lo que él le preguntó si lo habíamos robado, pero le explicamos todo. Una vez vinimos a Chile y lo llevamos al hogar Santa Clara, el hogar donde lo adoptamos, y ahí recorrió el lugar”, sostuvo.
Marcela Vacarezza y los temores por la discriminación
Consultada por Eduardo de la Iglesia si el color de su piel ha sido un tema, Marcela Vacarezza dijo que sí, y que en alguna oportunidad el pequeño ha señalado que no le gusta su color de piel.
“Me dice: ‘No me gusta mi color, quiero ser naranja como ustedes’ y con Rafael le decimos, que su color es precioso, que nos encantaría tener su color”, comentó.
“Son temas que van a ir saliendo. Yo creo que el vivir allá para él, a ver no sé cómo sería acá, pero él tiene otra compañerita de su color, tiene compañeros chinos, asiáticos, indios… hay más diversidad que para él puede ser bueno en su desarrollo”, destacó Marcela Vacarezza.
En ese sentido, aseguró que sí ha notado racismo o miradas distintas en nuestro país.
“No es en mala, la gente es muy cariñosa con él, la gente mayor es muy amorosa. Una vez que vinimos fue a la plaza a jugar y me dijo: ‘Mamá había un grupo de niños que me miraba muy raro’, y yo le pregunté por qué y él me respondió: ‘Porque yo creo que era más alto que ellos’, una ingenuidad, ahora los niños son así”, concluyó.