El polémico capítulo de ‘En su propia trampa’ que dejó con psicólogos a todo el equipo

En su propia trampa es un programa de investigación periodística que se emitió por primera vez en 2011, y desde entonces se ha convertido en todo un emblema para quienes disfrutan viendo caer a los delincuentes y ‘vivarachos’ de nuestro país.

Conducido por Emilio Sutherland, el espacio lleva al aire siete temporadas, pero sin duda una de las más polémicas fue la número cinco, especialmente por un capítulo de alto impacto que mostró al equipo periodístico instalado en la población Parinacota, de la comuna de Quilicura, en la Región Metropolitana.

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El episodio narró los distintos enfrentamientos que ocurrían entre bandas rivales que, aparentemente, se disputaban el narcotráfico en esta zona de la capital. No obstante, fue la familia de la banda apodada “Los Chubis” la que denunció al programa distintos episodios de hostigamiento de parte de otras pandillas, asegurando que ellos ya no habían cesado los enfrentamientos.

De este modo, el equipo de Canal 13 se instaló en esta vivienda, y en una de las noches vivieron un episodio de extrema violencia, pues un grupo de atacantes dispararon un centenar de balas provenientes de escopetas, pistolas, y ametralladoras. Y eso no fue todo, pues también lanzaron bombas molotov, provocando un incendio que destruyó por completo una de las partes de la casa.

Ese sin duda fue el capítulo más difícil que le ha tocado vivir tanto a Emilio como a la producción del programa, al menos así lo relató el propio conductor en el estelar nocturno Sigamos de largo, donde además reveló que todos terminaron yendo a terapia psicológica, sin contar las secuelas físicas.

“Fue lejos la experiencia más crítica de todo lo que he pasado en mi carrera periodística. En algún momento con el equipo pensábamos que no saldríamos vivos. Nos sacamos los cascos, los chalecos antibalas y teníamos como única opción salir corriendo por la calle donde justamente estaban disparando“, recordó.

Captura | Canal 13

Asimismo, reconoció la imprudencia que tuvieron él y su equipo al no investigar bien qué estaba ocurriendo en el lugar y exponer así sus vidas. “Eso me hizo meditar, y a todo el equipo, sobre lo que estábamos haciendo. Me hizo reflexionar profundamente sobre hasta dónde yo podía hacer algo. Nunca más vamos a hacer esto sin una buena investigación antes“, se sinceró.

Por último, reiteró que tanto él como su equipo estuvieron con tratamiento psicológico y también con algunas secuelas físicas, aun así, señaló que jamás se le ha pasado por la cabeza no continuar con el espacio. “Varios sufrimos efectos post traumáticos. Yo estuve, con lo mucho que me gusta el fútbol, más de un año sin poder levantar los brazos porque tenía los músculos de la espalda agarrotados (…) Yo creo que el programa cumple una labor de utilidad pública, que sirve a la gente, que le entrega apoyo“, sentenció.