El curioso acuerdo de Los Wachiturros y Lacoste que sigue vigente: les pagan para no usar su marca
Hace más de una década, Los Wachiturros llegaron a la escena musical con sus videos virales, llamativas coreografías y peculiares looks.
Aunque disfrutaron de una fama breve entre 2011 y 2013, la agrupación se disolvió recién en 2019, y actualmente, algunos exintegrantes aún realizan presentaciones.
Una de sus marcas distintivas sigue vigente: su forma de vestir. Sin embargo, este rasgo también los llevó a protagonizar una de sus mayores polémicas, vinculada a la reconocida firma Lacoste.
Durante su apogeo, los artistas popularizaron el uso de prendas de la marca francesa. Esta situación no agradó a la marca de lujo, que decidió intervenir para “cuidar su imagen”, provocando una controversia internacional.
La compañía envió a los integrantes una carta documento exigiendo que dejaran de usar la ropa del “cocodrilo”.
En una reciente entrevista con RMG, Simón Gaete, uno de los vocalistas originales, confirmó la existencia de este insólito acuerdo. Además, explicó que continúa recibiendo pagos anuales a cambio de no vestir más la marca.
“Recibimos una carta documento de una empresa que representa a Lacoste. Nos mandaron una intimación que prácticamente decía que el uso nuestro de su indumentaria era una mala imagen para la marca y que estaban dispuestos a pagarnos una suma de dinero por la eternidad“, comentó.
El acuerdo de Lacoste y Los Wachiturros sigue vigente
Esa promesa se cumplió, ya que hasta el día de hoy “no la puedo usar porque sigo cobrando. Son 800 euros (cerca de $850 mil CLP por año). Antes la cobraba mi mánager y después cuando me hice mayor de edad hice el papeleo para cobrar yo”.
A pesar de las críticas que acusaron discriminación, Gaete aclaró que no se sintió ofendido: “Yo no lo tomé mal. Ponte a pensar que una marca internacional está prestando atención a lo que haces”.
“Y bueno, ellos son los dueños. Te dicen que no lo hagas y encima te pagan. Yo firmé primero, por eso a mí me pagan esa cantidad”, cerró.