Espirulina: La verdad sobre la “milagrosa” alga que ayuda a bajar de peso
La epirulina es un género de cianobacterias, un alga marina que asegura ser muy beneficiosa para la salud cardiovascular, sin embargo, es su poder para bajar de peso lo que en este último tiempo le ha valido gran popularidad.
El alga unicelular con forma de espiral y color azul verdoso, dada la presencia de clorofila y de ficocianina, contiene un alto contenido de ácido graso Omega, y se ha convertido en un complemente alimenticio que ofrece proteínas mucho más digeribles que las de la carne roja y una serie de otros nutrientes.
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En conversación con Página 7, la nutricionista del MegaSalud de Talca, y especialista “dieta del Genotipo” y terapias complementarias, Valentina San Cristóbal, nos comenta que gracias a su alto aporte de clorofila, la espirulina “ayuda a la limpieza del organismo, eliminando toxinas y mejorando la digestión. Además es rica en aporte de vitaminas, minerales y fitoquímicos, lo que permite balancear dietas con déficit de nutrientes”.
Hoy en día su principal uso tiene que ver con su poder para perder peso, pero, ¿es tan milagroso como algunos prometen? Según la especialista, “al tratarse de un alga, ésta produce un efecto de saciedad que permite reducir los niveles de ansiedad, ayudando a tratamientos para la pérdida de peso. Si bien hoy en día la venden sin receta, su efecto va a depender de los hábitos alimenticios de cada paciente, por lo que se recomienda siempre una visita al especialista antes de iniciar su consumo“.
Además, es enfática en señalar que se debe evaluar primero si el paciente necesita el producto, luego en qué horario, cómo integrarla a su dieta y, por último, ver por cuánto tiempo debería tomarse. “Es importante señalar que los suplementos son temporales, y eso variará de paciente a paciente. Para esto, idealmente se deben solicitar exámenes y hacer una anamnesis muy completa, es decir, una conversación entre el médico y el paciente donde se consulte por su historia clínica, hábitos de vida y antecedentes familiares del paciente para así establecer un diagnóstico certero“.
Respecto a su forma de consumo, la espirulina viene en cápsulas y polvos para preparar batidos, por ejemplo. Según San Cristóbal, ambas son recomendables cuando el paciente realmente lo necesita. “Idealmente se consumen dos cápsulas diarias en el horario en que lo estipule el profesional. Esto depende de los horarios de alimentación del paciente, eso sí, debe ser mínimo después de 45 minutos de alguna comida, indica.
Por último, sobre los posible efectos secundarios que podría traer su consumo, la profesional señala que los pacientes podrían sufrir de una hipervitaminosis (excesiva acumulación de una vitamina), además, dependiendo del origen del producto, si este contiene químicos puede causar daños a nivel hepático y/o renal. Por eso insiste en que se debe tener cuidado con la automedicación. “A pesar de que sea un producto “natural”, como está muy de moda, a veces pueden hacer presentaciones que no estén supervisadas por el Minsal, y eso es peligroso“, advierte.
