Gremio de gendarmes cuestionó reforma anunciada por Boric y exigió mantener beneficios
El anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre una profunda reforma a Gendarmería de Chile abrió un nuevo flanco de tensión entre el Gobierno y los funcionarios penitenciarios.
Esto, luego de que la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) manifestara un duro rechazo a la propuesta, en medio del impacto generado por la denominada “Operación Apocalipsis”, que destapó una extensa red de corrupción al interior de recintos penales del país.
La investigación, que se desarrolló en siete regiones, permitió desbaratar una estructura ilícita que operaba principalmente en las cárceles de Santiago 1 y San Joaquín, dejando más de 60 detenidos, 44 de ellos funcionarios de Gendarmería.
Tras conocerse estos antecedentes, el Mandatario anunció recientemente el envío al Congreso de una reforma constitucional que busca separar las funciones de seguridad pública y reinserción social que hoy recaen en Gendarmería.
Según explicó el propio Presidente Boric, la institución pasaría a depender del Ministerio de Seguridad Pública, mientras que las labores de reinserción quedarían bajo el alero del Ministerio de Justicia, a través de una nueva entidad especializada.
“Esta situación nos obliga a hacer un cambio institucional. He tomado la determinación de enviar al Congreso una reforma constitucional respecto de la Gendarmería de Chile para separar las funciones de seguridad pública de las de reinserción social”, sostuvo el Jefe de Estado.
En la misma línea, adelantó que “con esta reforma, Gendarmería pasará a ser una institución de seguridad pública dependiente, por tanto, del Ministerio de Seguridad Pública”.
Los descargos desde Gendarmería
No obstante, el anuncio no cayó bien en el gremio. Y es que a través de una declaración pública, Anfup expresó su “más profundo repudio y rechazo” a la iniciativa, acusando que se trata de una decisión unilateral y adoptada sin un proceso previo de diálogo con las y los trabajadores penitenciarios.
Desde la asociación también cuestionaron la falta de seriedad del Gobierno, asegurando que la propuesta evidencia “el desconocimiento de la realidad del sistema penitenciario, de sus complejidades y de los riesgos permanentes que enfrentan a diario sus funcionarios y funcionarias, tanto uniformados como no uniformados”.
Asimismo, recalcaron que el rol que cumple Gendarmería, tanto en seguridad pública como en reinserción social, es clave para la democracia y la seguridad del país, por lo que una modificación de esta magnitud no puede abordarse como una simple reorganización administrativa o jurídica.
En ese contexto, el gremio exigió garantías concretas ante cualquier cambio, incluyendo estabilidad laboral y previsional, respeto a los derechos adquiridos, mejoras reales en condiciones laborales, de seguridad e infraestructura, además del resguardo del derecho a la sindicalización.
Finalmente, Anfup reiteró su rechazo a las “decisiones unilaterales” y emplazó al Ejecutivo a abrir de forma inmediata una mesa de trabajo con las organizaciones del sector, con el fin de abordar de manera seria, responsable y participativa cualquier transformación estructural que afecte a Gendarmería de Chile.