Trabajador que desapareció tras recibir por error sueldo de $165 millones no tendrá que devolverlo
El caso del trabajador, que recibió por error más de $165 millones como sueldo y que posteriormente desapareció sin devolverlo, volvió a sumar un nuevo capítulo judicial, favorable para él.
Se trata de un hecho que ocurrió en 2022, cuando Consorcio Industrial de Alimentos (Cial) —empresa ligada a marcas como San Jorge, La Preferida y Winter— realizó una transferencia equivocada por $165.398.851 a un empleado cuyo sueldo mensual no superaba los $500 mil, consignó BioBioChile.
El error administrativo terminó convirtiéndose en uno de los episodios más comentados del ámbito judicial y laboral, tanto en Chile como en el extranjero.
En esta oportunidad, la empresa intentó revertir los fallos previos que habían descartado la existencia de un delito, presentando una nueva acción legal para anular las resoluciones que absolvieron al trabajador.
Según consignó Diario Financiero, el abogado de Cial buscó reabrir el caso bajo una nueva figura penal.
El último intento apuntó a imputar al extrabajador por el delito de hurto por hallazgo, solicitando una pena de 540 días de presidio en su grado mínimo, además del pago de una multa de 5 UTM.
Sin embargo, la estrategia tampoco prosperó.
La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de nulidad presentado por la defensa de la empresa.
De esta manera, cerró nuevamente la puerta a la recuperación del dinero por la vía penal y ratificando que no existió delito en la conducta del hombre.
El caso de los $165 millones que cruzó fronteras
La historia no solo generó impacto en Chile. El episodio dio la vuelta al mundo y lo recogieron medios de Argentina, España, México y Estados Unidos.
Incluso, se convirtió en un ejemplo recurrente en debates sobre errores bancarios, responsabilidad individual y vacíos legales.
Según los antecedentes del caso, tras notar que su cuenta bancaria había recibido una suma millonaria, el trabajador presentó su renuncia a la empresa.
Posteriormente, y pese a haber entregado inicialmente su palabra de que devolvería el dinero, comenzó a entregar distintas excusas para no concretar la restitución del monto.
Cuando el conflicto escaló hasta tribunales, la defensa del extrabajador sostuvo que, aunque su comportamiento podía ser cuestionado desde un punto de vista ético, no configuraba un delito desde la perspectiva jurídica, argumento que fue acogido por la justicia en reiteradas ocasiones.
De esta forma, y tras varios intentos fallidos por parte de la empresa, el trabajador vuelve a zafar de la devolución del dinero, en uno de los casos judiciales más comentados de los últimos años, que sigue generando debate sobre los límites entre la ética personal y la legalidad.
