La influenza H3N2 encendió las alertas sanitarias en el país. Esta vez, por la detección de una variante de la influenza con mayor capacidad para evadir los anticuerpos de las vacunas.

Desde el Ministerio de Salud advirtieron que “es probable que se identifiquen muestras adicionales positivas para este subclado a medida que se completan los análisis de secuenciación pendientes”.

Sin embargo, ante esta noticia, la infectóloga y académica de la Universidad de Chile, Claudia Cortés, llamó a mantener la calma y aseguró que “esto no es una alerta para que las personas entren en pánico, es para que los gobiernos se preparen”.

¿Qué es la influenza H3N2?

La influenza H3N2, conocida popularmente como “supergripe”, es uno de los subtipos más relevantes del virus de la influenza A.

De acuerdo con el sitio especializado Care Hospitals, este virus puede provocar tos persistente que se extiende hasta por tres semanas.

Su nombre se explica por las proteínas presentes en la envoltura del virus: H3 corresponde a la hemaglutinina tipo 3 y N2 a la neuraminidasa tipo 2.

Una de sus principales características es su alta capacidad de evolucionar mediante reordenamiento genético, lo que le permite evadir la respuesta del sistema inmunológico.

Además, presenta una rápida tasa de mutación, generando variantes nuevas cada dos a cinco años.

Síntomas más frecuentes del H3N2

Entre las manifestaciones más comunes de este virus se encuentran:

• Fiebre alta, sobre los 38 °C
• Tos seca persistente, que puede durar hasta dos semanas
• Dolor de garganta
• Dolores musculares y corporales
• Fatiga severa
• Dolor de cabeza
• Congestión nasal
• Escalofríos y sudoración

En la mayoría de los casos, las personas se recuperan en aproximadamente una semana, aunque pueden surgir complicaciones como neumonía bacteriana, infecciones al oído o el agravamiento de enfermedades crónicas.

Grupos de mayor riesgo

Tanto las autoridades sanitarias como la infectóloga, han puesto especial atención en quienes presentan mayor vulnerabilidad frente a este virus:

• Mujeres embarazadas, especialmente en el segundo y tercer trimestre
• Niños y niñas menores de 5 años
• Adultos mayores de 65 años
• Personas con enfermedades crónicas, ya sean cardíacas, pulmonares, renales, hepáticas, metabólicas, del neurodesarrollo o relacionadas con la sangre

¿Cómo prevenir el contagio?

Desde el ámbito sanitario recomiendan reforzar las medidas básicas de autocuidado, entre ellas:

• Lavado frecuente de manos
• Uso de mascarilla en lugares concurridos
• Evitar el contacto cercano con personas enfermas
• Cubrir boca y nariz al toser o estornudar
• Desinfectar superficies de uso frecuente