Madre y padrastro asesinaron a su hija embarazada para quitarle su bebé desde el útero en EE. UU.
Impacto causó el brutal homicidio cometido por una madre y su pareja, quienes asesinaron a su hija embarazada para quitarle su bebé desde el útero.
El crimen de Rebecca Park, una joven de 22 años, ha generado gran conmoción en Estados Unidos.
La tragedia comenzó cuando la muchacha, que estaba a punto de dar a luz, desapareció sin dejar rastro.
Tres semanas después, su cuerpo fue encontrado en el Bosque Nacional Manistee, en Michigan, el 25 de noviembre, cuando se encontraba a 38 semanas de embarazo.
Asesinaron a joven embarazada: ¿qué se sabe del caso?
De acuerdo con la investigación consignada por New York Post, la última vez que se vio a la víctima fue en la casa de su madre, Cortney Bartholomew, la noche en que fue vista por última vez.
A partir de ese momento, se inició una búsqueda urgente que culminó en el hallazgo de su cadáver en una zona de difícil acceso.
En ese contexto, los forenses confirmaron que, además de la joven, su bebé tampoco estaba presente.
Este macabro descubrimiento dio pie a una segunda investigación paralela: la búsqueda del recién nacido.
Las sospechas comenzaron a apuntar a la madre de la joven, Cortney Bartholomew (40 años), y su esposo Bradly Bartholomew (47).
Tras el análisis de las pruebas y testimonios, se reveló que ambos habían asesinado a Rebecca después de sacar al bebé de su vientre.
“Tu bebé va a morir”
Durante el inicio de las indagaciones, Cortney negó su implicación en la desaparición de su hija. Sin embargo, terminó confesando.
Según relató, su esposo, Bradly, obligó a Rebecca a subirse a un automóvil, donde la apuñaló repetidamente.
Además, declaró que, después del ataque, comenzó a sacar al infante del útero de su hija, mientras el sujeto le ponía un cuchillo en la garganta.
De acuerdo a lo informado por People, la imputada detalló que la joven aún estaba consciente cuando Bradly le dijo: “Tu bebé va a morir”.
Tras extraer al pequeño, el individuo le cortó la garganta a su hijastra, dejando su cuerpo en el bosque, cubierto por hojas.
De acuerdo a los informes, la pareja colocó al fallecido lactante en una hielera, luego en una bolsa y finalmente en un contenedor de basura en una casa al norte de su vivienda.
La confesión de Cortney incluyó otro detalle sorprendente: la madre admitió que Bradly había afirmado ser el padre del bebé.
“Brad dijo que era suyo”, declaró ella a la policía.
En cuanto al hombre, su versión de los hechos fue que Cortney le había pedido extraer al feto debido a su deseo de tener hijos, ya que la pareja no podía adoptar debido a los antecedentes de Bradly.
Por último, las investigaciones posteriores confirmaron que el imputado figuraba en el registro de delincuentes sexuales, debido a una condena anterior de 180 días por una infracción no especificada.
Actualmente, ambos acusados permanecen detenidos sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Wexford, mientras continúa la investigación de este horrendo crimen.