Gaspar Rivas presentó controvertido proyecto que permitiría a Presidente disolver el Congreso
Un amplio debate político se abrió en el mundo político tras la presentación de un polémico proyecto de reforma constitucional impulsado por el diputado Gaspar Rivas, quien propuso, entre otras cosas, la posibilidad de disolver el Congreso Nacional si es que un presidente lo estima conveniente. Algo que ha generado fuertes cuestionamientos desde distintos sectores.
Se trata de una iniciativa que fue ingresada el pasado viernes 21 de noviembre bajo el número de boletín 17989-07, se encuentra actualmente en primer trámite constitucional y tiene como único autor al parlamentario independiente.
La propuesta plantea la incorporación del denominado “Estado de Justicia” al ordenamiento institucional, otorgando amplias facultades al Presidente de la República, como modificar el equilibrio de poderes del Estado.
La polémica iniciativa presentada por diputado Gaspar Rivas
El proyecto, disponible en el sitio web de la Cámara de Diputadas y Diputados, lleva por nombre: “Proyecto de ley que reforma la Constitución Política de la República, introduciendo el estado de justicia en el ordenamiento institucional, permitiendo al Presidente de la República disolver el Congreso Nacional en el caso que indica y disponiendo la derogación de pleno derecho de toda norma jurídica que contravenga la Constitución”.
Según el texto, el objetivo es superar las limitaciones del principio de legalidad propio del Estado de Derecho, permitiendo que el Ejecutivo actúe de manera “más expedita” frente a problemas que afecten directamente a la ciudadanía.
En esa línea, el proyecto contempla que el Presidente pueda dictar decretos incluso sin una habilitación legal expresa, cuando estime que existe una necesidad social urgente o un error que deba corregirse de inmediato.
Uno de los aspectos más controvertidos es la facultad presidencial para declarar, una vez al año, un mensaje como “Esencial para el Interés Superior de la Nación”, en materias clave como seguridad pública, previsión social, recursos naturales o empresas públicas.
El proyecto establece que “si el Congreso rechazase dicho mensaje, o bien le introdujese modificaciones sustanciales que alterasen o afectasen la esencia del mismo, el Presidente de la República estará facultado para disolver el Congreso Nacional”.
De concretarse esa situación, el texto detalla que “un nuevo Congreso será elegido 180 días después de la fecha de disolución, periodo durante el cual el Presidente de la República ejercerá la función legislativa en las materias contempladas en el artículo 63 mediante decretos con fuerza de ley”.
Ampliamente debatida
Otro punto que ha generado preocupación es que el proyecto establece la derogación automática, incluso con efecto retroactivo, de cualquier norma jurídica que contradiga el texto o el espíritu de la Constitución.
Gaspar Rivas defendió su iniciativa señalando que el Congreso ha “boicoteado o desnaturalizado” proyectos relevantes por razones ideológicas. Asimismo, citó ejemplos internacionales, como el caso de Perú y la Constitución de Weimar, para justificar la disolución parlamentaria como un mecanismo que, a su juicio, puede ser democrático.
Las críticas no tardaron en aparecer. La diputada del Frente Amplio, Lorena Fries, calificó la propuesta como “peligrosa” y que “espera que la derecha no se tiente”. En tanto, otras figuras como Rodrigo Rettig tildó derechamente a Rivas como “demente”.