Experto destapa el actuar de Juan Beltrán contra Krishna Aguilera: “Traición se paga con secuestro”
El brutal asesinato de Krishna Aguilera, joven de 19 años desaparecida el pasado 4 de octubre en San Bernardo, sigue revelando nuevos antecedentes sobre cómo operaba la organización que habría estado detrás del crimen.
Hasta ahora, la justicia ha formalizado a tres adultos y una adolescente por el delito de secuestro con homicidio. El principal imputado, Juan Beltrán, permanecerá en prisión preventiva y enfrentará una reformalización el próximo 13 de noviembre.
Beltrán, de 44 años, es conocido en la zona sur de la Región Metropolitana como un traficante de drogas. De acuerdo con la investigación, Krishna Aguilera trabajaba para él vendiendo sustancias ilícitas.
El Fiscal Regional Occidente, Marcos Pastén, afirmó que el acusado utilizaba principalmente a mujeres jóvenes dentro de su organización delictual y precisó que el crimen se originó por rencillas previas relacionadas con la propiedad de una droga que, en algún momento, le sustrajeron al imputado principal.
De acuerdo con el persecutor, la víctima entregó los lugares de acopio de la droga que tenía Beltrán, lo que habría desencadenado una venganza. “Cuando se apartó de lo que él estimaba debía ser la conducta delictual que ella debía tener, actuaron con inusitada violencia y con inusitado rigor y crueldad en contra de esta persona”, sostuvo Pastén.
El análisis de la forma en la que operaba Beltrán en el caso Krishna Aguilera
El abogado José Villalobos, exfiscal y especialista en crimen organizado, analizó en conversación con Emol la forma de operar de este tipo de agrupaciones.
“Juan Beltrán, como otros líderes de bandas delictuales, reclutan a ciertas personas, como menores de edad vulnerables, e instruyen todo lo que tienen que hacer”, explicó.
El jurista agregó que este patrón se repite en distintos casos: “Frente a un conflicto por el género mismo de la actividad ilícita, este líder de la agrupación termina decidiendo la muerte de la víctima. Entonces, es algo que se ha visto repetido en el tiempo”.
Respecto a las represalias dentro de las bandas, Villalobos sostuvo que “ante una ‘traición’ dentro del giro delictual, se paga con secuestros, torturas e incluso con la posibilidad cierta de atentar contra la vida y la integridad física de la persona”.
Además, el fiscal explicó que estas organizaciones dividen los roles según el género: los hombres asumen tareas de protección o actúan como “soldados”, mientras que las mujeres se encargan principalmente de la venta de drogas, tal como ocurrió en el caso de Krishna Aguilera.