Despiden a asistente social tras ser sorprendida besándose con interno en penal Bío Bío
La empresa concesionaria del penal Bío Bío decidió despedir a una asistente social luego de que se confirmara que mantenía una relación sentimental con un interno.
El incidente se registró el pasado viernes, cuando la profesional convocó al interno del módulo 55 para una evaluación en su oficina, consignó BioBioChile.
Al llegar el preso y entrar al recinto, un gendarme detectó que alguien había colocado una plancha de madera en la ventana del espacio. Esto impedía la visibilidad normal.
Fue entonces cuando halló a la asistente social besándose con el recluso.
Lo anterior desencadenó una fiscalización interna y la sanción inmediata hacia la funcionaria.
Según los antecedentes recabados por Radio Bío Bío, existía un seguimiento previo al caso, lo que permitió acreditar que la relación sentimental no era reciente, sino que habría mantenido continuidad en el tiempo.
Hasta ahora no ha habido una declaración oficial por parte de Gendarmería respecto al asunto.
Por su parte, la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios se pronunció ante este tipo de hechos.
Su dirigente, Benito Saravia, expresó su preocupación y enfatizó la necesidad de una investigación institucional, advirtiendo que situaciones como estas “pueden poner en riesgo la seguridad de la unidad penal”.
El diputado Eric Aedo también alzó la voz al respecto, cuestionando los criterios de contratación de la empresa Sodexo, encargada de prestar servicios al penal.
“En el marco del crimen organizado, estos contratos de empresas deben ser muy bien estudiados”, afirmó, sugiriendo que Gendarmería revise con detenimiento las bases de las concesiones laborales en recintos penitenciarios.
Romance de asistente social con interno no es un hecho aislado
No se trata de un caso aislado. Desde el interior del penal Bío Bío señalan que, en menos de dos años, al menos tres profesionales han sido desvinculadas por relaciones íntimas con reos.
En uno de esos casos, el interno involucrado enfrentaba cargos por narcotráfico y habría obsequiado un automóvil a la funcionaria.
Este episodio vuelve a poner en el foco la delicadeza del equilibrio institucional: cómo garantizar la integridad ética y operativa de los recintos penitenciarios frente a situaciones personales que trascienden el ámbito profesional.
