Fue hace un par de semanas que el mediático Jorge Bergoglio comentó que extrañaba comerse una típica pizza argentina. Es por esto que el maestro pizzero, Enzo Cacciale, decidió sorprenderlo en uno de sus paseos por Nápoles.
El dueño de la Pizzería Don Ernesto logró saltar la valla de seguridad segundos antes de que pasara el Papamóvil, para así entregarle el delicioso plato directo en sus manos. Aún no se sabe cómo logró la odisea, considerando que en este viaje fue resguardado por 3 mil agentes de seguridad, incluyendo francotiradores.
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“¡Papa, Papa, pizza, pizza!”, le gritó Enzo antes de lanzarse hasta el carro. El cocinero explicó posteriormente que “en 1994, mi papá hizo una pequeña pizza para el presidente norteamericano Bill Clinton y ayer, cuando me enteré de que el Papa estaba en la ciudad, decidí hacer una pizza y dársela como regalo”, afirmó en declaraciones recogidas por Infobae.
Su restaurante es una de “las diez mejores pizzerías” de la ciudad, por lo que estamos seguros que el papa disfrutó de su preparación. Puedes revisar el momento exacto que ocurrió la escena en el siguiente video:
