A lo largo de sus casi 38 años de existencia la fundación Teletón ha ayudado a miles y miles de niños discapacitados a lo largo de todo el país. Cada vez que hay una campaña televisiva los chilenos se funden en un sólo corazón para apoyar la noble causa y en esta carrera por sumar recursos para cooperar y lograr la rehabilitación de los chicos y chicas en cada instituto, no sólo los rostros y Don Francisco tienen una labor trascendental sino que también el siempre carismático niño símbolo.

Chiquitos como Jane Hermosilla, la primera niña símbolo, Matías Torres o Scarlett Barrientos, sin duda nos han emocionado con sus historia y llenado de alegría y risas con su simpatía y sinceridad.

Pero uno de los chicos que realmente marcó a la gesta, Francisco Muñoz, quien se presentó en la quinta edición de la Teletón en 1982 bajo el eslogan El último paso, el más importante, a más de 30 años de su aparición en el programa de las 27 horas de amor y a pesar de los hermosos recuerdos, por estos días vive los momentos más duros de su vida.

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Francisco padece de VIH y hace algunos meses perdió a quien fuera su pareja por más de 12 años a causa de esta compleja y temida enfermedad.

Pero eso no es todo, la depresión en la que terminó hundido lo hizo acumular una millonaria deuda con su banco de la cual no ha podido salir, ya que su trabajo como vendedor ambulante en las calles de Villa Alemana, le alcanzan a duras penas para subsistir, pero ha logrado levantarse con valentía a pesar de la dura soledad y tristeza que lo acompaña.

Su padre finalmente se hará cargo de la deuda, permitiéndole respirar algo más tranquilo, pero no sólo su familia se conmovió con su dramática y trágica historia, sino que las redes sociales lo acompañaron en su dolor y algo más.

Mientras estaba sentado en el estudio de Primer Plano relatando con tristeza sus últimos años, Leonardo Farkas, se comunicó directamente con la producción del programa para cooperar con un millón de pesos. Más tarde y al parecer atento a la historia, volvería a llamar para sumar un segundo aporte, por la misma suma que el anterior, generando una gran sonrisa en Francisco que no tuvo más que palabras de agradecimiento para el empresario, para el programa y para todos quienes le brindaron su apoyo en este, sin duda, el momento más complicado de su vida.