Volvió en 2014 a las teleseries tras alejarse de las pantallas para dedicarse a la maternidad. Este año decidió arriesgarse y dejó TVN para ser parte de la nueva área dramática de Mega, que ha superado con creces a sus rivales.

Actualmente se le puede ver en Eres mi tesoro, que debutó la noche de este miércoles, y donde ella hace el papel de la antagonista Carolina Ruiz.

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Su rol es el de una mujer guapa, elegante y sofisticada, capaz de seducir a cualquier hombre, y a pesar de que está casada con Álvaro Cummings (Alvaro Morales), eso no será un impedimento para poner en práctica todas sus armas de seducción. Esta dueña de casa moderna, a la que le importa el estatus social en demasía, y la que vive mantenida por su marido, se verá involucrada en una infidelidad que será descubierta de la peor forma: En el día de su aniversario con Álvaro.

Desde entonces, y en adelante, la vida de Carolina se tornará un tanto complicada pues su mala jugada cobrará consecuencias, como por ejemplo, la indiferencia de su hijo Benjamín.

En entrevista con el medio de TV y espectáculos Fotech, la bella actriz señaló que está feliz “de estar aquí, he aprendido que puedo hacer toda mi otra vida, no dejarla de lado y estar en la televisión que era un poco a lo que le tenía susto. El dejar el espacio de maternidad, el de poder ser mamá y estar con mi hija, el lograr hacerme cargo de mi casa, de mi yoga y las otras cosas que hago. Aprendí en esta pasada que se podía, se tiene que correr pero se puede”.

Afortunadamente, a pesar de todas las tareas que hace, la práctica del yoga le ha permitido encontrar la paz que necesita.

En 2011 comenzó a hacer clases de esta disciplina, la que conoció en 2006 luego de pasar por un período difícil. En una pasada entrevista a Publimetro contó que se fue a aprender Bikram Yoga hace 4 años a Estados Unidos. “Mi gurú –tengo la fortuna de tener un gurú vivo– está en Los Ángeles. Él es un maestro de linaje en la India, pero el trabajo que le dio su maestro es llevar el yoga a Occidente. Primero tomé un seminario, y cuando vi cómo entrenaban a los profesores dije “voy a volver para después trabajar con niños”. Cuando volví del seminario hice clases con una amiga y jefa. Y luego de ese proceso subí el siguiente escalón, que era aprender a enseñar. Ahí me fui. Uno se encierra 9 semanas en un hotel. Fue una dura decisión, había que abandonar el hogar, dejar a mi hija, y era duro además porque caía su cumpleaños entremedio. Pero era el momento y había que hacerlo.

El Bikram Yoga no es algo tan fácil, pues se practica a una temperatura a la que no estamos acostumbrados: a 40° o 42°. Ésta permite limpiar los poros y quemar una gran cantidad de calorías, que bordean entre los 500 y 1200 en los 90 minutos que dura la clase.

Viviana asegura que no se ha hecho ninguna cirugía, por lo que a sus 43 años luce como una veinteañera gracias a esta práctica y a su alimentación saludable. ¡Quién como ella!