El desorden que normalmente invade a muchos hogares no sólo es antihigiénico y poco estético a la hora de recibir visitas: también revela los distintos miedos o problemas que podemos estar experimentando en nuestra vida personal y laboral, tal como recoge la escritora de autoayuda estadounidense Louise L. Hay.

Miedo al cambio, a ser olvidado, problemas de carencia, falta de enfoque, inestabilidad y confusión son algunos de los estados que puede reflejar la manera en que desordenas tu habitación o cocina.

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El lugar de la casa en la que se acumulan cosas precisa el área de tu vida en la que estás teniendo problemas y lo mismo ocurre con los tipos de objetos que conservas. Por ejemplo, tu closet suele reflejar tu estado emocional y muchas personas sienten que al ordenarlo, sus conflictos internos se calman. Una habitación con una cama desordenada y de sábanas viejas refleja apatía en la vida sexual.

Mientras que conservar objetos rotos es símbolo de las promesas y sueños que no se cumplieron. Te invitamos a revisar cuál es tu caso gracias a la siguiente nota recogida de las redes sociales por Página 7.

rickyshitpants (cc) | Flickr
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1.- Desorden y acumulación en la entrada de la casa: Refleja miedo a relacionarse con otras personas, problemas de socialización.
2.- Objetos amontonados en el closet: Existe poco control sobre el análisis y manejo de sucesos y emociones.
3.- Poco orden en la cocina: Existe cierto resentimiento con algunas personas o fragilidad sentimental.
4.- Desorden en el escritorio o área de trabajo: Envía un mensaje de frustración, miedo y la necesidad de controlar las situaciones.
5.- Acumulación detrás de las puertas: Existe un miedo a no ser aceptado por los demás o la sensación de sentirse vigilado constantemente.
6.- Desorden bajo los muebles: Es típico de una persona que le da demasiada importancia a las apariencias y lo superficial.
7.- Acumulación en el garage: Existe temor y falta de habilidad para actualizarse.
8.- Objetos por toda la casa: Es característico de alguien que siente enojo, desidia y apatía hacia todos los aspectos de la vida.
9.- Desorden en los pasillos: Probablemente se tienen problemas para comunicarse y un gran miedo a decir y manifestar lo que se quiere.
10.- Acumulación en el living: Envía un mensaje de tener temor al rechazo social.
11.- Desorden en el comedor: Existe miedo a no dar los pasos correctos y una sensación de dominio por parte de la familia.
12.- Desorden por toda la habitación: Probablemente eres una persona que deja las cosas inconclusas y con dificultades para tener una pareja, carrera o trabajo estable.

 Serearth (cc) | Flickr
Serearth (cc) | Flickr

También existen distintas clases de acumulamiento: cuando alguien junta demasiadas cosas nuevas, probablemente quiere hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, no se enfoca y ha perdido la dirección. Mientras que si acumulas cosas viejas que no usas desde hace años, es señal de que vives en el pasado y que dejas que tus viejas emociones e ideas se apoderen de tu presente, sin dejarte avanzar.

10 cosas que puedes hacer hoy para controlar el desorden:

– Deshazte de las cosas grande primero, como la máquina de ejercicios que está juntando polvo o el peluche gigante que te regalaron en el colegio.
– Regresa lo que te han prestado
– Recoge lo que está en el suelo y déjalo en un canasto o bolsa hasta que tengas tiempo de ponerlo en su sitio
– Recoge y deshazte de revistas y diarios viejos
– Revisa tu armario y fíjate si tienes ropa que llevas año sin usar. Escoge 10 prendas y dónalas.
– Limpia las ventanas para dejar entrar la luz a tu vida
– Vacía todos los basureros para deshacerte de lo que sobra en tu vida
– Saca de tus cajones los calcetines que perdieron su par hace tiempo
– Despeja tu lugar de trabajo, archiva los papeles que ya no usas y organiza el lugar
– Deshazte de los lápices que ya no funcionan

“Haga lugar para lo nuevo: vacíe el frigorífico, tire todos esos restos envueltos en papel de aluminio. Limpie los armarios, deshágase de todo lo que haya usado en los últimos seis meses. Y si hace un año que no lo usa, eso está de más en su casa, así que véndalo, cámbielo, regálelo o quémelo”, explica la autora.

“Los armarios atestados y desordenados reflejan una mente en desorden. Mientras limpia los armarios, dígase que está limpiando sus armarios mentales. Al universo le encantan los gestos simbólicos”, concluye.