Cuando queremos perder peso y lo conseguimos, claramente estamos tan felices y orgullosos que no pensamos a dónde va a parar esa grasa que eliminamos, pues lo importante es que desaparezca.

Pero si alguna vez te lo preguntaste, te contamos que un estudio realizado por la facultad de Ciencias de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, descubrió que aunque muchos expertos del área de la salud han señalado por años que la grasa se convierte en energía o calor, lo cierto es que en realidad la eliminamos a través de la exhalación como dióxido de carbono.

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Así al menos lo asegura la investigación, liderada por Ruben Meerman, un físico y presentador de la televisión australiana, quien dice que “la grasa desaparece en el aire”.

El científico siguió los átomos de la grasa en 10 kilos ‘perdidos’ de ésta, y determinó que 8,4 kilos de grasa fueron exhalados como dióxido de carbono a través de los pulmones y los 1,6 kilos restantes se convirtieron en agua, y fueron eliminados a través de la orina, sudor, lágrimas, respiración y otros fluidos corporales.

Pero si estás pensando en que respirando normalmente podemos perder peso, te advertimos que no es posible. Según Meerman, “respirar más” de la tasa requerida, puede causar hiperventilación, lo que terminaría en mareos, palpitaciones y pérdida de conciencia.