Desde los 13 años que Jennifer McCrea sufría de grandes dolores de cabeza, sin embargo, cada vez que su madre la llevaba al doctor para que vieran la causa del problema, ellos sólo le decían que se trataba de las hormonas de la pubertad.
Esta respuesta la tuvieron al menos unas 30 veces que ambas fueron al médico para encontrar una solución, sin embargo, los expertos insistían en que se trataba de algo típico de la edad.
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Con los años, los síntomas eran cada vez más fuertes. Convulsiones y fiebre eran algunas de los nuevos signos que volvieron a advertir que algo raro estaba pasando en el organismo de la adolescente.
Cuando cumplió 15 años se hizo un escáner en su cabeza para finalmente encontrar alguna respuesta y así fue. Jennifer tenía un gran tumor que crecía cada vez más. “La chica de 15 años que era se rió del doctor en ese momento, pero me fui llorando“, señaló a The Sun.
En un principio los doctores dijeron que por su posición no se podía operar, sin embargo, por su porte debían extirpar la mayor parte posible. La cirugía duró unas 11 horas y los doctores le dijeron que debía someterse a esto cada dos años.
Cabe señalar que la joven, actualmente de 22 años, es embajadora de la fundación del tumor de cerebro para ayudar a otros que estén pasando por lo mismo.
