Una madre se salvó de resultar con lesiones mayores tras el atentado de Mánchester el pasado lunes, gracias a que su teléfono desviara una gran tuerca de acero producto de la explosión.
Lisa Bridgett, de 45 años, estaba hablado por celular luego del show de Ariana Grande, cuando la explosión envió directamente hacia su cabeza una tuerca de metal, la que alcanzó a cortarle un dedo cuando chocó con su teléfono, rozando su mejilla y nariz.
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La mujer, oriunda de Gales del norte, que estaba en el concierto con su hija y la hija de una amiga, se sometió a una cirugía el pasado martes, debido al corte en su dedo, y está en evaluación para otras operaciones debido a las múltiples lesiones que presentó, como un tobillo fracturado y una herida grande en su muslo.
Su esposo, Steve, indicó al medio inglés Metro.co.uk, que su mujer tiene mucha suerte de estar viva, pues pese a estas lesiones, la tuerca podría haber impactado en su cabeza. “El hecho de que ella estuviera hablando por teléfono al momento de la explosión, probablemente salvó su vida. La tuerza golpeó el teléfono y eso no solo la desvió sino que también disminuyó su velocidad.
Respecto a su recuperación, el hombre afirmó que tiene buen pronóstico, aunque no cree que su dedo vuelva a crecer.
Por último, agradeció a la policía “por su increíble trabajo tras el incidente y por lo que siguen haciendo“. Y, en especial, a uno de los administradores del recinto, Peter, quien ayudó a Lisa a salir del lugar y consiguió que estuviera a salvo.
