Russell Davison tomó una drástica decisión tras perder a su eterna enamorada, Wendy, por un cáncer cervical que terminó con su vida a los 50 años.
Y es que el hombre dejó el cuerpo de su mujer en la misma cama donde ambos dormían por alrededor de una semana, pues según lo que él comentó, no quería que la llevaran a la morgue.
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De acuerdo a Mirror, Russell quiere hacer un llamado a la sociedad y decirles que quedarse cerca del cuerpo de su amada tras su muerte no es algo para tener miedo.
Cabe señalar que Wendy fue diagnosticada de un cáncer cervical en su cumpleaños número 40 y desde ese momento se mantuvo bajos tratamientos para alargar lo máximo posible su tiempo de vida.
Fue ahí cuando ambos decidieron comprar una casa rodante para recorrer toda Europa. “Juntos adaptamos nuestros trabajos para poder hacerlo desde el celular o computador“, dijo el hombre al diario británico.
Los últimos meses fueron duros y difíciles para la familia. Wendy llegó a un estado tan complicado que dejó de comer y cinco días después dejó de beber. En ese momento el señor Davison decidió sedarla para que no sufriera de más dolor. Unos días después murió pacíficamente.
“Después de unas horas lavamos su cuerpo con mucho cuidado y la vestimos para dejarla en su lugar favorito de la casa. Ella lucía hermosa, como lo hizo siempre cuando estaba viva: sin esfuerzo, sin maquillaje. Sólo radiante“, agregó.
Cabe señalar, que además, Rusell comentó que había sido una experiencia muy gratificante y única poder despedir como corresponde a su mujer, quien lo último que le dijo fue que lo quería mucho.