En algunas personas la depresión puede convertir las actividades más simples y cotidianas en un verdadero desafío imposible de realizar.

Y es que cuando convives con la depresión, hay momentos en que debes enfrentar episodios tan complejos que incluso levantarte de la cama se vuelve una tarea gigantesca. Para qué hablar de lavarse los dientes y peinar tu cabello.

Lee también: Madre comparte reveladora carta dedicada a su ex para darle las gracias

Es por eso que una reciente historia compartida en Facebook ha dado la vuelta al mundo, tras entregar una valiosa lección de solidaridad y apoyo.

La estilista estadounidense Kate Langman contó en esta red social que hace unos meses atrás una mujer entró a su salón y la vio tomar varios productos capilares. Cuando se acercó a preguntarle si podía ayudarla, ella le habló de su “profunda depresión”.

En la publicación, que ha sido compartida cerca de 17 mil veces, Kate indicó que la mujer “no podía levantarse de la cama hace seis meses, lo que quiere decir que en todo ese tiempo no se lavó el pelo ni cepilló su cabello”.

Ella mantenía un moño posterior, el que después de un largo tiempo se convirtió en un gigante ‘dreadlock’. El moño estaba tan enredado que parecía como si tuviera una verdadera roca en la parte de atrás de su cabeza“, señaló Langman.

En ese momento Kate le dijo a la mujer que devolviera todo los productos y regresara el día siguiente por una cita, no obstante, la clienta no volvió y luego de varios reagendamientos, la estilista asumió que no volvería a presentarse. “Eso realmente rompió mi corazón. Quería mucho ayudarla“, recordó.

Y de repente, de un día a otro la mujer se presentó en el salón para arreglar su cabello. “Ella entró y preguntó si podían arreglar su cabello hoy,  ese fue el día en que finalmente se levantó de la cama nuevamente“, explicó Kate, agregando que no le importó cuánto se podía demorar atendiéndola, pues solo quería asegurarse de hacerla sentir lo mejor posible.

La clienta le dijo a Kate que no quería perder el largo de su cabello, pese a que en casos así la mayoría aconseja cortar el pelo y volver a comenzar, pero la profesional le hizo caso.

Quería que supiera cuánto me iba a esforzar para tratar de hacerla sentir genial otra vez. Le hablé de los precios y ella me dijo ‘no me importa el precio, solo quiero volver a sentirme yo nuevamente’“, agregó la estilista.

Así, Kate estuvo cerca de cuatro horas y media solo peinando y desenredando su cabello, y tres horas tiñéndolo. Langman comentó que durante todo ese tiempo se autoconvencía de continuar y que todo iba a valer la pena y al parecer así fue, pues la mujer quedó feliz con el resultado.

Al final de la cita, podía ver una luz en sus ojos y cómo sus mejillas estaban sonrojadas producto de la emoción, no solo porque nuevamente podía deslizar sus dedos entre su pelo sino también porque volvió a sentirse ella. Hoy cambié la vida de alguien y jamás lo olvidaré“, cerró la mujer.

Su publicación ha recibido cerca de 40 mil “me gusta” y sobre 2 mil comentarios felicitando a la estilista por su dulce y noble gesto.