Jessica McCoy está pasando por un duro momento, pero ha decidido compartir su triste historia en redes sociales para mostrar una realidad que viven muchas mujeres como ella.
La joven de Missouri, Estados Unidos, perdió a su bebé a las 23 semanas de embarazo, producto de una inviabilidad fetal, pero su sufrimiento la persigue cada vez que se mira al espejo.
Lee también: Un ejemplo: joven convirtió su cuerpo en arte tras sufrir de bullying por su vitiligo
Ganar peso durante el embarazo es prácticamente una regla y pocas madres aman sus cuerpos luego de los nueve meses, sin embargo, el gozo de tener a su bebé en los brazos lo compensa.
Pero en el caso de Jessica, la tragedia vuelve a su cabeza todos los días, al ver que su físico aún carga con las consecuencias del embarazo.
La joven decidió contar su historia tras perder a su pequeña, a quien había bautizado como Evie, simplemente porque es algo que la gran mayoría de las mujeres no saca a la luz.
La mujer, de 27 años, habló sobre la pena que siente a diario, la rabia que la inunda cada vez que mira al espejo su cuerpo transformado y el inmenso dolor que le impide ser lo suficientemente positiva y entusiasta para cambiar las cosas.
Antes de su embarazo, Jessica, quien tiene un hijo de 6 años llamado Brennan, con su esposo David, tenía un cuerpo del que se sentía orgullosa, pero ahora ni siquiera lo quiere mirar, tras subir más de 10 kilos y aumentar dos tallas.
“Pienso que hubiese estado bien si Evie estuviera aquí, aunque aún hubiese estado creciendo dentro de mí. El hecho de que no tenga mi peso y forma normal y no tener a mi bebé lo hace más difícil. Lidié con ello en el post parto de Brennan. Claro, estaba incómoda con mi cuerpo más grande, pero hizo que llegara mi hermoso hombrecito ¿Cómo podía estar enojada si lo tenía a él enfrente?”, aseguró Jessica en su publicación.
“Ahora, todos los días me pruebo ropa y me queda apretada y todos los días recuerdo que llevé a mi pequeña por seis meses y murió. Es un recordatorio constate del dolor. No tengo amor por mi cuerpo, estoy enojada con él ahora mismo. No puedo ser positiva. Es demasiado duro y duele demasiado”, agregó la joven.
Jessica comentó que en la actualidad cuenta con un entrenador personal para recuperar su figura, sin embargo, las hormonas le hacen el trabajo muy complejo.
“Nunca he visto a nadie publicar nada sobre cómo se sienten sobre su cuerpo después de una pérdida. Veo muchas publicaciones de mujeres celebrando, felices con sus cuerpos porque tuvieron a sus hermosos bebés. Eso sentí antes con mi hijo. Pero ahora que no tengo a mi hija conmigo, me siento derrotada. Es como si mi cuerpo estuviera quebrado y no pudiera quererlo ni aceptarlo“, reveló la joven, según consignó el medio inglés Mirror.
