Jermkwan Krathumnat tiene sólo diez meses de edad y ya tiene una vida complicada, y es que la pequeña que vive con su tía y sus abuelos en Kananchaburi, Tailandia, sufre del Síndrome de la Sirena (cuando los pies crecen juntos), es ciega de un ojo y también tiene una malformación en su rostro.
Su caso ha llamado bastante la atención de la gente que la rodea y de los medios de comunicación, ya que a pesar de su condición, jamás ha dejado de ser una alegre bebé.
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Uno de sus cercanos confesó a Mirror, que el padre de Jermkwan sufre de dificultades para aprender, mientras que su madre era demasiado joven cuando dio a luz, es por eso que la pequeña está a cargo de sus abuelos, quienes creen que será difícil encontrar alguna cura o poder pagar algún tratamiento si la única persona que trabaja es la abuela Kwan.
Por su parte, los doctores informaron que lo primero que quieren hacer es someterla a una operación para arreglar su rostro: el sector de la boca y su paladar, y así poder facilitarle cosas tan básicas como la alimentación.
Además, cuando sea más grande y tenga su cuerpo más desarrollado, los médicos aseguraron que operarán sus extremidades.
La pequeña es tratada actualmente en el Hospital de Srirat en Bangkok, donde la familia está arrendando, con todos sus esfuerzos, una pieza.
Cabe señalar que sus abuelos han recibido donaciones de dinero para seguir un correcto tratamiento.
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