Tras sufrir un duro divorcio con la persona que creyó que era el amor de su vida, Nicky Reeves intentó calmar su pena comiendo cada vez más, y a pesar que desde muy pequeña sufrió de sobrepeso, este último episodio ayudó que esos kilitos extra se descontrolaran aún más, hasta que llegó a pesar unos 184.
Además de sufrir obesidad, la mujer estaba bajo una fuerte depresión que le causó agorafobia, una enfermedad que generalmente involucra miedo a las multitudes, a los puentes o a estar solo en espacios exteriores, según consigna MedlinePlus.
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Como consecuencia de esos trastornos, Reeves se perdió la adolescencia de su hija, ya que se negaba a salir, incluso para algún evento escolar de su retoña. Pero su vida dio un radical cambió cuando conoció a un nuevo amor, un nuevo hombre que ayudó a que su confianza volviera a ella.
Se trata del papá adoptivo de uno de los amigos de su hija, a quien conoció en una cena en su casa y desde ese momento ninguno se separó. Fue ahí cuando la mujer decidió que ya era hora de bajar de peso para terminar por sentirse bien con ella misma, a pesar de que su novio le aseguró que no le importaba cuánto pesara.
Cambio en su estilo de vida
De acuerdo a Mirror, Nicky fue a ver a un doctor para saber cuáles eran las posibilidades para mejorar su salud. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa, pues tras varios exámenes, los médicos le diagnosticaron presión alta y artrosis. Pero a pesar de todo, le dieron el sí para someterse a un baipás gástrico lo más pronto posible.
La mujer estaba aterrorizada por la cirugía, pero su pareja estuvo ahí para apoyarla en todo el proceso. La operación terminó con éxito, sólo faltaba que la madre siguiera las instrucciones posteriores paso a paso para que el tratamiento finalizara con resultados positivos.
“Primero comencé con líquidos y alimentos molidos. De a poco fui integrando los sólidos, pero como mi estómago era bastante pequeño, me llenaba con muy poquito”, señaló al diario británico.
Cabe señalar, que la cirugía se realizó en enero de 2015 y en noviembre de ese mismo año ya había bajado unos 80 kilos, y para Navidad bajó los deseados 90 kilos que le permitieron usar el tan anhelado vestido para la celebración de pascua.
A continuación revisa la foto del antes y después.
