Hace unos días la actriz que por estos días se luce en su papel de Vilma en El Camionero, compartió unas impactantes imágenes donde aparece aparentemente golpeada en su cuenta de Instagram, junto con un potente mensaje relacionado a la violencia de género.
Fue así como Carola Arregui decidió iniciar una campaña a través de estas plataformas, orientada a concientizar sobre la violencia y abuso de poder. “Ni una menos en esta vida; ni ninguna mujer más golpeada en el mundo”, es la frase con la que la actriz decidió ser parte de la discusión.
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La primera imagen la compartió en Instagram, y en ella luce con la cara llena de sangre, con hematomas y heridas, las huellas físicas de lo que podría ser fácilmente una golpiza. “NADIE menos, la violencia no debería existir. Ni hacia una mujer, hombre, niños ,anciano, homosexual o animal. Por naturaleza el hombre no es mejor que la mujer, ni viceversa. Nadie es mejor que nadie, todos tenemos los mismos derechos, vivir sin ser maltratados”, escribió junto a la imagen.
“Si bien impacta ver estas imágenes, lo que las fotos representan está alejado de la realidad social. Hay casos mucho peores y sabemos que también varios terminan en muertes y en injusticias tremendas”, indica la actriz.
Respecto a las fotos que compartió, Arregui está convencida del impacto que tendrán y por lo mismo quiso que fuera su primera acción, para así crear conciencia sobre la violencia y sus efectos en nuestra sociedad. “Las heridas acá están a la luz, pero este tema marca también desde lo profundo a las mujeres y a todos quienes son víctimas de maltrato psicológico o físico”, agrega.
En la misma línea, la actriz también comenta que busca ir más allá y detener la violencia en redes sociales, es decir, los ataques virtuales de todo tipo. Por lo mismo, su objetivo es detener los abusos que generan impotencia en cualquier ciudadano, amparados bajo un deseo de “ser superior a los demás”.
Finalmente, su llamado es: “debemos frenar la violencia para siempre, sobre todo porque no sólo afecta a los protagonistas, también a sus hijos y eso nos conduce a ser una sociedad marcada por el dolor”, finaliza.
