Los beneficios de tener relaciones sexuales son claros. No es necesario leer tantas investigaciones para saber que el sexo reporta importantes ventajas como mejorar la autoestima, aumentar la sensación de bienestar, y mejorar la salud física (eso dependiendo de la frecuencia).
Y es que la práctica sexual es una necesidad como todas y cuando no están correctamente satisfechas, sí puede influir negativamente en varios aspectos cotidianos, incluida tu salud.
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De acuerdo a Issa Dahabreh, investigadora de la Universidad de Tufts, de Massachusetts, Estados Unidos, señala que aquellas personas que no practican ejercicio ni mantienen relaciones sexuales frecuentes, alcanzan mayores niveles de adiposidad y/o colesterol malo, además de diabetes y otras afecciones, según consignó el sitio especializado Salud180.
En este sentido, existen algunas “señales” que tu cuerpo podría manifestar en el caso que tu actividad sexual no sea muy recurrente. Aunque hay que dejar en claro que si bien el sexo puede que no sea la ‘causa exclusiva’, sí está relacionado.
Es un hecho que uno de los remedios naturales más populares para aliviar, por ejemplo, dolores de cabeza o migrañas, es el sexo. Así al menos lo concluyeron neurólogos de la Universidad de Munster, Alemania. Además, Sara Sandberg-Thoma, investigadora de la Universidad estatal de Ohio, señaló que “una vida carente de sexo ocasiona deterioro mental, emocional, incluso puede acarrear depresión o hasta ideas suicidas”.
La falta de sexo también puede acarrear insomnio, lo que desencadena otros problemas como mala concentración, irritabilidad, y fatiga.
La piel igualmente toca lo suyo, pues uno de los beneficios de tener relaciones sexuales es el aumento de la circulación sanguínea y la oxigenación, factores que benefician directamente nuestra piel, haciéndola lucir más lozana.
En este contexto, consultamos con un experto, el psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, Giorgio Agostini, quien señaló que efectivamente nuestro cuerpo manda señales como respuesta a la no-satisfacción del deseo sexual, sin embargo, hay dos distinciones importantes:
“Hay evidencia científica que demuestra que cuando alguien tiene relaciones sexuales en un contexto de relación amorosa, implica una satisfacción también emocional y que no es lo mismo cuando se tiene una actividad sexual genital pura, que es el mero coito que produce satisfacción a nivel hormonal y que produce relajación y sensación placentera“, indicó.
Además, explicó que la carencia de actividad sexual se manifiesta de forma diferente en el hombre y la mujer. “El hombre que no tiene relaciones sexuales o satisface su deseo sexual, empieza a tener erecciones matutinas y muchas veces comienza a sufrir dolor testicular por acumulación de testosterona. Además se vuelve más nervioso y experimenta ciertos dolores físicos”.
En tanto, en el caso de la mujer, aumenta su deseo sexual en la mitad de su ciclo reproductivo. Además, “anda más irritable y susceptible frente a cualquier situación“. Se ofusca con facilidad y cosas que normalmente puede ignorar, en este contexto les parece muy mal. “De hecho, muchos hombres tienden a confundirlo con que andan con el síndrome premenstrual, pero son cosas que no tienen nada que ver”, puntualizó.



