Independiente de la edad en que tengas tu primera relación sexual, lo más importante de este gran paso es que estés lo más preparado o preparada posible. Que hayas recibido una buena educación sexual y/o hayas investigado al respecto y mantengas controlados los temores e inseguridades propias de una experiencia desconocida.

Y es que probablemente una experiencia sexual negativa esté directamente relacionada con las expectativas que se tengan sobre ella y el temor/ansiedad a no cumplir un buen papel, no sentirse cómodo (a), o incluso a que nuestra pareja nos “evalúe” mal.

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Es por eso que es muy relevante al momento de dar este paso, hacerlo con una persona con la que tengamos algún grado de confianza y que conozcamos sus intenciones, pues son aspectos sumamente importantes a la hora de conseguir un encuentro sexual satisfactorio.

En este contexto, un estudio de la Universidad de Tennessee, señaló que un “mal debut” puede afectar en tu relación con futuras parejas, perjudicando aspectos claves como la excitación y el orgasmo.

En la misma línea, esta investigación reveló que aquellas personas que se sienten amadas y respetadas desde su primera relación sexual, tienden a calificar sus posteriores encuentros sexuales como satisfactorios.

Otra investigación, publicada en la revista científica The Journal Sexual of Medicine y llevado a cabo por el departamento de Psicología de la Facultad de Medicina de Dunedin, de Universidad de Otago, Nueva Zelanda, indica que la inseguridad, frustraciones, miedos o ansiedad generados por el mal momento, pueden perjudicar al orgasmo, el deseo sexual y la excitación en encuentros futuros.

El mismo artículo señala, en concreto, que si una persona considera que su primera relación sexual fue “decepcionante”, puede generar, en los hombres, problemas como eyaculación precoz y disfunción eréctil; y en las mujeres, vaginismo o anorgasmia.

Un especialista que concuerda con dichos estudios, es el psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, Giorgio Agostini, quien consultado por Página 7, señaló que cuando “hay poco compromiso afectivo en las primeras relaciones sexuales repercute en la respuesta y sensación que se tendrá en las relaciones sexuales a futuro”.

El especialista indica que en sus años de trabajo ha atendido a varias mujeres jóvenes que han sufrido disfunciones sexuales producto de primeras “relaciones sin compromiso afectivo o de cariño, donde los hombres han tenido conductas abusivas y violentas”. Agrega que “también influye si las personas han tenido padres tradicionales con educación religiosa, pues les reprimen sus deseos y se sienten culpables y pecadores por tener relaciones sexuales“. En el caso de las mujeres, comenta, las puede llevar a tener anorgasmia, vulvodinia y vaginismo.

En los hombres, en tanto, Agostini explica que se da una situación propia de un destape sexual por parte de la mujer, pues con el tiempo ha aprendido que tiene derecho a disfrutar de su sexualidad sin ser apuntada con el dedo, y en ese sentido, muchos son los hombres que terminan sufriendo una “disfunción sexual secundaria”, pues sienten que tienen que rendir en vez de pasarlo bien, “como si estuvieran dando examen y por lo mismo ha aumentado la eyaculación precoz y el consumo de viagra“, pues están condicionados a demostrar un mayor rendimiento.

¿Qué consejos pueden ser útiles para sobrellevar estas situaciones en ambos casos?

En este punto, el psicólogo indica que lo fundamental es conversar con la pareja, contar el aprendizaje que tuvo cada uno sobre la sexualidad. Agostini indica, como ejemplo, que antes los hombres se iniciaban sexualmente con prostitutas y eso no era bueno pues los jóvenes aprendían que las relaciones sexuales eran cortas y rápidas, porque después ella tenía que seguir con otros clientes.

Por otro lado, recalca que “nunca se deben aceptar actitudes violentas, ni físicas ni psicológicas, y que lo principal es tener relaciones sexuales con compromiso emocional, sobre todo desde el inicio“.

Por último, recomienda que si los problemas de anorgasmia, eyaculación precoz, o falta de deseo se prolongan en el tiempo y no se solucionan conversando con la pareja o amigos cercanos, la persona acuda a un especialista para tratar las causas que no lo dejan avanzar ni gozar de su sexualidad.