Una mujer quiso convertirse en una tatuadora cosmética y en paramédico para que ayudar a a su mejor amiga a recuperar parte de su cuerpo luego de una intensa lucha contra el cáncer.

Rachel Kennedy, de 34 años, es una estilista oriunda de Gales del sur, Reino Unido, gastó cerca de 10 millones de pesos en clases y equipamientos, con el objetivo de darle a su mejor amiga, Andria Harris, un nuevo par de pezones, luego de una agresiva quimioterapia y cirugía.

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La madre de dos niños y de 53 años, fue diagnosticada con un cáncer de mamas en etapa 3, en 2013. “Fue devastador cuando Andria me lo contó. Le hallaron un bulto en uno de sus pechos en Navidad. Hemos sido amigas por 14 años, ella es como una madre para mí y tenía mucho miedo por ella“, señaló Rachel, al medio inglés Metro.co.uk.

Andria se sometió a varias quimioterapias, que le provocaron la pérdida de su cabello, y también a muchas lumpectomía, un procedimiento quirúrgico donde se remueven diversas porciones de la mama, perdiendo parte de pezón izquierdo.

Rachel (a la izq) y Andria (a la der)| Facebook
Rachel (a la izq) y Andria (a la der)| Facebook

Rachel, por su parte, no quiso quedarse quieta y decidió hacer algo práctico para darle a su amiga un “impulso psicológico” muy necesario mientras ésta luchaba con su enfermedad.

Andria sentía que le habían arrebatado su identidad. La mayoría de nosotras damos nuestros pechos por sentados hasta que nos enfrentamos a su pérdida“, explicó. “Ella estaba muy consciente de su cuerpo y no quería desvestirse. Fue horrible ver a mi feliz amiga perder su vitalidad“, agregó.

Es por eso que Rachel gastó cerca de 10 millones de pesos entrenándose como tatuadora cosmética y paramédico. Luego que las cejas y pestañas de Andria se cayeran, ella aprendió cómo realizar el tatuaje perfecto para reemplazarlas.

Rachel Kennedy | Facebook
Rachel Kennedy | Facebook

Y cuando Harris perdió parte de su pezón durante la cirugía, Rachel no dudó en ofrecerle sus servicios. “Le dije que no habría problemas y que yo podía darle un nuevo pezón.

El tatuaje duró tres horas. “Implica un montón de habilidades tatuar un pezón, porque las mujeres pueden quedar con cicatrices o su piel puede volverse muy delgada luego del tratamiento contra el cáncer“, explicó. Sin embargo, añadió que fue demasiado emotivo cuando vieron el resultado final. “No fue algo físico solamente“.

Rachel Kennedy |Facebook
Rachel Kennedy | Facebook

Ahora es mi misión ayudar a otras mujeres que están pasando por lo mismo. Es increíble sentir que estás ayudando a alguien a sentirse hermoso nuevamente, luego que sus vidas han estado al revés por culpa del cáncer“, indica.

Actualmente Andria está en la etapa de remisión, estado en el que los médicos buscan la ausencia de actividad del cáncer, y está chequeándose cada seis meses. Ella describe a Rachel como su salvadora. “No existen palabras para decir lo diferente que esto me ha hecho sentir“, agregó.

Somos amigas muy cercanas y me siento privilegiada al haber hecho esto por ella. Cuando la gente me pregunta cuál es el mejor regalo que he dado, yo digo: ‘Un par de pezones’“, remató Rachel.

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