Muchas personas se comen las uñas, pero desconocen que este mal hábito puede traer más de algún problema de salud, más allá de lo estético.
La onicofagia, que es su verdadero nombre, puede provocar, tanto dolencias como enfermedades que es mejor prevenir. Por lo cual, Mejor con salud realizó un listado con siete motivos por los cuales es mejor no comerse o morderse las uñas.
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1. Falta de crecimiento
Esto se produce cuando la persona muerde la uña hasta el fondo, provocando que demore más en crecer y además que lo haga de manera incorrecta.
2. Dolores
Se produce dolencia al momento de tomar algún objeto, escribir en el computador o en el celular, impidiendo que el sujeto realice sus actividades diarias con normalidad.
3. Enfermedades bacterianas
En las uñas pueden proliferar bacterias de diverso tipo, debido a la constante manipulación de objetos. Pero las más recurrentes son la Salmonella y la E. Coli, que se encuentra en alimentos crudos.
4. Problemas dentales
Los incisivos, son los que más sufren al morder las uñas, ya que se desgastan más rápido y además se incrementa la sensibilidad oral por la pérdida del esmalte que los recubre.
5. Factores emocionales
Muchos tienden a esconder las manos ya que las uñas muchas veces están mordidas o partidas y se ven feas, lo que genera vergüenza, baja autoestima, frustración y tristeza en la persona.
6. Dolores articulares
La cervical y la mandíbula son los que más sufren debido al esfuerzo de los músculos por remover los pedazos de uña.
7. Enfermedades infecciosas
La paroniquia, se produce por las bacterias que se introducen en desgarros de la piel a través del contacto con la saliva. Y es una infección de los dedos que produce hinchazón, enrojecimiento y pus.
Pero esto no es todo, ya que la piel expuesta está propensa también a los hongos.
Según los expertos, esta manía se desarrolla desde la niñez, para luego transformarse en un acto inconsciente y que generalmente se produce por la ansiedad.
Pero también los cuadros de angustia o estrés, pueden ser el motivo por el que una persona se muerda las uñas y con el tiempo se transforme en un ‘tic nervioso’, incontrolable y cotidiano.