Este lunes la búsqueda de Christine Leinonen, madre de uno de los jóvenes que asistió a la discoteque Pulse, de Orlando, Estados Unidos, llegó a su fin: le confirmaron que su hijo Christopher era una de las víctimas fatales del atentado ocurrido la madrugada del domingo pasado.

Leinonen señaló al medio estadounidense ABC News, que supo del tiroteo el domingo a las 3 de la madrugada, cuando vio la publicación en Facebook de un amigo de su hijo, quien explicó que hubo un tiroteo en ese club y que no sabía dónde estaban sus amigos.

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La madre aseguró que un amigo de Chris, le dijo que había visto al novio de su hijo con múltiples disparos y que fue llevado en ambulancia al hospital, pero no había noticias de él. Cuando Christine quiso saber dónde estaba, tuvo que esperar horas y horas debido a la gran cantidad de cuerpos sin identificar que se encontraban dentro del recinto y en el hospital.

Ellos decían que había un montón de cadáveres en el club y que era una escena del crimen…así que tuve que esperar horas y horas antes de encontrarlo. El hospital dijo que había algunos cuerpos en el hospital que llegaron vivos y murieron allí, pero que aún no eran identificables“, señaló la mujer entre lágrimas.

La última vez que Christine habló con su hijo fue el sábado a eso de las 6 de la tarde, cuando ella le entregó información sobre un procedimiento quirúrgico que tenía que hacerse. “Lo dejé con un ‘Te quiero, Chris’“, agregó.

Christine aseguró que estaba muy orgullosa de su hijo, quien participó activamente durante años en la comunidad homosexual, estableciendo alianzas LGBTI en su colegio, lo que incluso lo llevó a recibir un premio humanitario.

Por favor, vamos a llevarnos bien. Estamos en esta tierra por un tiempo tan corto. Vamos a tratar de deshacernos del odio y la violencia, por favor“, fue el conmovedor mensaje final de Christine.