Un controlador novio fue encarcelado por una insólita razón: Obligaba a su pareja a comer 50 latas de atún a la semana y a ejercitar a diario.Sin embargo, el motivo por el cual la forzaba es aún más impactante: Quería que tuviera el trasero como Kim Kardashian.
Mohammed Anwaar no sólo le decía que ropa ponerse sino que incluso obligaba a Gemma Doherty, su novia, de 30 años y madre de dos pequeños, a hacer ejercicio sobre una trotadora sin descanso mientras la hacia mirar fotografías de los cuerpos de otras mujeres.
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Pero su reinado del terror, de más de dos años, terminó hace unos días, luego de ser condenando por sus abusos, transformándose, además, en uno de los primeros en ser encarcelados en Inglaterra por un caso de este tipo.
“Me trataba como un animal, casi como un ratón de laboratorio, un conejillo de indias. Quería que tuviera abdominales y un trasero enorme, uno tan grande como el de Kim Kardashian. Su modelo favorita era Gracyanne Barbosa y me hacía mirar su físico y hacer sus rutinas de ejercicio. Si no lo hacía me golpeaba”, cuanta la humillada muchacha a The Sun.
“Sólo me dejaba comer atún y beterragas. Me sentía débil, obligada a perder todas esas calorías cada día. Me sentí como un zombie en piloto automático y estaba a su entera disposición, lo que sea y cuando sea”, admite Gemma.
Incluso una vez la amenazó poniendo un cuchillo en su garganta y diciendo que la iba a matar, mientras uno de los 2 hijos de la víctima se escondida horrorizado bajo la cama.
En Agosto pasado todo terminó con la mujer al borde de la muerte cuando tras una discusión por dinero la ahorcó hasta dejarla sin respiración, tras lo cual finalmente hizo la denuncia, aunque en algún momento, admite, trató de suicidarse.
“Todo empezó perfecto en nuestra relación pero en mayo 2015 todo cambió. Por algún motivo la más pequeña cosa causaba una reacción extremadamente violencia. Mi vida diaria se destruyó por completo”, contó la víctima.
El sujeto, de 27 años, fue sentenciado a 12 meses por comportamiento controlador abusivo y otros 16 por violencia contra la joven, en parte a la nueva ley de violencia doméstica que regula este tipo de caso en el Reino Unido, donde ahora la dominación psicológica y el control abusivo son penados con cárcel.
