Kate Smith, de 34 años y oriunda de Liverpool, Inglaterra, se fue de viaje junto a su familia a Disneylandia, Florida, Estados Unidos, cuando comenzó a sentir náuseas, sin embargo, lo atribuyó a sus malas experiencias sobre las montañas rusas del lugar.
No obstante, cuando los malestares persistieron, decidió realizarse un test de embarazo y recién ahí se dio cuenta que estaba esperando un bebé. Una vez que regresaron de sus vacaciones, Kate y su marido Gerard, de 34, decidieron agendar una hora médica debido a que los síntomas de su embarazo no eran tan normales.
Lee también: Mujer denuncia que la ‘despidieron’ por foto que muestra que es lesbiana en Instagram
Y es que Kate se sentía totalmente diferente en comparación a sus dos embarazos anteriores, Louie de 10, y Tia de 2, pues se sentía cansada, tenía dolores de cabeza insoportables, y le dolía todo el cuerpo.
Gracias al examen, las matronas descubrieron que la pareja estaba esperando trillizos, lo que explica el porqué Kate se sentía tan mal.
En febrero pasado dio a luz a tres bebés, Dolly, Annie y Gerard, luego de un embarazo de 31 semanas, por lo que tuvieron que permanecer tres meses hospitalizados.
“Me subí a todas las montañas rusas posibles en Disneylandia y cuando comencé a sentirme mal, asumí que era por haber dado tantos paseos. Pero como los malestares siguieron por mucho tiempo, Gerard me instó a hacerme un test de embarazo“, señaló la madre al medio inglés Metro.co.uk.
Kate asegura que cuando supieron que estaba embarazada, quedaron “encantados”, pues siempre habían querido tener más hijos, pero cuando volvieron a su país, ella comenzó a sentirse muy mal, tanto que ni siquiera podía trabajar en su salón de belleza. “Tenía constantes migrañas y estaba exhausta. Sabía que algo no andaba bien y estaba muy asustada porque pensé que podía tener un aborto involuntario“, agregó.
Cuando agendaron la ecografía, Kate ya tenía ocho semanas y cuando les dijeron que tenía cuatro bebés, la emoción los embargó. “Ambos comenzamos a reír al principio pero luego nos vino el golpe de realidad y me puse a llorar“, reveló la madre, pues ambos trabajan como independientes y no sabían a lo que se iban a enfrentar. Luego, en un examen a las 12 semanas, les informaron que un bebé había muerto, lo que según las enfermeras del recinto, era algo “bastante común”, explicó Kate.
Finalmente el 12 de febrero nacieron sus tres hijos sin ningún problema, salvo una operación que tuvieron que realizarle a Dolly, pues tenía un pequeño quiste en su estómago.
“Son adorables, Tia y Louie adoran a sus hermanas y su hermano. Recientemente nos tomamos una fotografía familiar y todos lucen increíbles“, comentó la orgullosa madre.
Desde que llegaron a casa, tanto Kate como Gerard se han preocupado de seguir una estricta rutina para alimentar, mudar y hacer dormir a los tres al mismo tiempo. “<strong<>Tenemos que alimentar y mudar a los bebés cada cuatro horas, es algo mecánico y parte de nuestra vida diaria ahora”, remató Smith, quien aseguró, además, que pese a que ha sido algo difícil, no cambiaría por nada del mundo su realidad familiar.
