Los padres de Poppy-Mai quedaron destrozados cuando luego de seis semanas descubrieron que algo malo le pasaba a su pequeña bebé. No quería comer, ni beber, además tenía el estómago inflamado.

En un comienzo los médicos pensaron que podría tratarse de la salida de sus primeros dientes, pero al notar que la bebé seguía empeorando detectaron un agresivo cáncer en sus riñones el cual se expandió hasta su cerebro.

Si bien trataron con quimioterapia a la niña de 16 semanas, la situación no mejoró, todo lo contrario. Los especialistas dijeron a los padres que la condición de Popp es inoperable por lo que tienen dos opciones: quitarle el tratamiento y que viva sólo dos días más, o que viva unas semanas pero una vida muy dolorosa.

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Los padres eligieron pasar el tiempo que les queda junto a la luz de sus vidas, la que pronto, y sin poder hacer nada al respecto, se iba a apagar. Sin embargo, su padre, Andy Barnard, decidió cumplir una promesa que hizo a Poppy-Mai antes de que le detectaran el cáncer: darle la “boda de sus sueños”.

Para esto un grupo de amigos de la familia que reside en Norfolk, Inglaterra, se reunieron para compartir en una emotiva ceremonia. “Nunca imaginé que sería así. Nuestros corazones están rotos para siempre, pero quería mantener mi promesa a mi princesa. No era cómo lo imaginaba, pero ella tuvo su matrimonio”, contó Barnard al diario The Mirror.

“Se veía muy linda, pero nadie pudo decir los votos que se habían escrito porque todo el mundo estaba llorando”, agregó Sammi, su madre.

Ahora los padres sólo esperan a disfrutar al máximo los últimos días junto a su pequeña hija, esperando que el diagnóstico de los médicos haya sido un mal sueño.

Foto | The Mirror
Foto | The Mirror
Foto | The Mirror
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