Una madre de dos pequeños se quitó la vida luego de enfrentar una batalla legal por la custodia de sus hijos, durante ocho años. Ella simplemente no quería pasar otra Navidad sin sus retoños.

Jessica Linehan se colgó justo antes de la última Navidad debido a que no pudo ver a sus hijos que se encontraban en Zambia, junto a su padre.

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La mujer de 36 años, que recuperaba de una adicción a la heroína, no dejó ninguna nota de suicidio, pero había comprado regalos para su hija Ashiana de 11, y Daniel de 9, consignó el medio inglés The Sun.

Jessica fue privada de ver a sus pequeños, luego que el abogado de su ex marido, usando el sistema legal de Zambia, pidiera la custodia exclusiva.

En 2010 ella se mudó a Maidstone, Inglaterra, e ingresó a una clínica para tratar una depresión, pero luego se dejó atrapar por la heroína tras empezar una relación amorosa con un adicto.

Su madre, Caroline, señaló: “Jess estaba devastada en 2010. La encontré en su casa en Zambia, sentada al sol, y haciéndose daño con una cortapluma. Me las arreglé para llevarla a un hospital que no tenía unidad psiquiátrica y luego busqué en internet una clínica en Inglaterra, que pudiera tratar su depresión severa“.

Jessica junto a sus dos hijos | The Sun
Jessica junto a sus dos hijos | The Sun

Caroline también comentó al medio que ella era una muy buena madre pero luego del divorcio todo cambió, y no se le permitió verlos. Desde entonces su salud mental cambió, pese a que en el hospital le señalaron a su madre que no era adicta a la heroína, cada vez que enfrentaba un problema relacionado con sus hijos y la imposibilidad de visitarlos, se drogaba.

Su relación en Inglaterra fue muy abusiva, pero ella sentía que necesitaba ser castigada por no tener sus hijos“, declaró Caroline.

En julio pasado, Jessica viajó a África, donde viven los niños junto a su padre, y esa fue la última vez que los vio.

Ella dejó a su novio que tuvo en Inglaterra, comenzó a medicarse y, según sus cercanos, se veía que estaba teniendo un buen progreso.

Dos meses después su madre la visitó, estaba recibiendo terapia y tenía planes para ver a sus retoños en Navidad, sin embargo, no pudieron llegar a un acuerdo con su ex marido y cuando Caroline habló con ella en noviembre, le señaló que se resignada a pasar otra Navidad sola.

Al día siguiente, se ahorcó en la casa de su padre.

Su salud mental se deterioraba cada vez que tenía que dejar a sus hijos. Se hacía daño y tenía una sobredosis. No podía ver una vida sin sus hijos en ella“, remató su madre.