Una joven maquilladora murió a causa de un agresivo tumor, el que pensó en un comienzo que se trataba de un embarazo.
Incluso los doctores se equivocaron cuando Demi Wright, de 22 años, llegó al hospital con un dolor en la espalda y molestias al costado. Ella fue llevada a la unidad de maternidad, y un examen de sangre reveló que tenía altos niveles de la hormona Gonadotropina coriónica humana, que se libera durante el embarazo.
Lee también: Descubre los 5 motivos que te producen dolor de cabeza y que no te imaginabas
Pero la verdad es que en su caso se liberó a causa de un tumor de 12 centímetros que crecía en su hígado, sin embargo, en el momento en que los doctores se dieron cuenta, era demasiado tarde para salvar a la joven, y falleció a las tres semanas, el pasado 23 de febrero.
Los padres de Demi, Roz y Chris, la describieron como una chica “chispeante, alegre y muy feliz”, consignó el medio inglés Metro.co.uk.
Chris, de 51 años, y capitán del ejército británico, señaló. “Ella no tenía una mala estructura ósea. Tenía una enfermedad infecciosa, una sonrisa hermosa y una personaliad extrovertida. Ha sido devastador. Es la peor pesadilla de los padres y esperamos que nunca le pase a nadie más“.
El padre agregó que ahora quieren dar a conocer este tipo de enfermedad para ayudar a otras personas a reconocer las señales de este cáncer, antes que sea demasiado tiempo.
Demi, oriunda de Essex, Inglaterra, trabajaba para la compañía Lancome, y en el 2000 le descubrieron un tumor en la espalda, no obstante, era benigno y siguió chequeándose hasta los 16 años.
En noviembre del año pasado, le dolía la espalda y tenía una molestia en su lado, que empeoró rápidamente.
“Fue extraño porque ella había estado usando pastillas anticonceptivas y no había otros signos de embarazo. Fui a una ecografía junto a ella y allí estuvieron analizando lo que ocurría“, comentó el padre.
En ese momento ya sabían que había algo más, pero lo primero que pensaron los médicos era que se trataba de un embarazo ectópico, cuando el feto comienza a desarrollarse en una trompa de Falopio en lugar del útero.
Tuvo que someterse a una cirugía muy poco invasiva, y recién en ese momento los doctores identificaron una masa. En ese entonces, el diagnóstico fue un cáncer terminal.
“El cáncer se había extendido desde el hígado al páncreas, y otras partes del cuerpo simplemente dejaron de funcionar. Pensamos que teníamos un par de meses pero ella se deterioró rápidamente“, agregó el progenitor.
Cuando a Demi le contaron la noticia, ella preguntó si acaso eso significaba que se iba a morir, y ante la respuesta afirmativa solo dio unos golpes en la cama, y le dio un gran abrazo a su padre, diciendo: “Todo estará bien“, indicó.
A pesar del devastador diagnóstico, Demi nunca lloró, comentó su padre. Estaba muy adolorida pero nunca se quebró y continuó con buen ánimo. Tampoco pudo regresar a la casa, por lo que se mantuvo internada durante las últimas tres semanas de su vida, tomando medicamentos para el dolor.
La joven dejó a una hermana de 26 años, Holly; a un hermano de 28, Wesley; y a su novio, Mitch Gregory.
