Una madre oriunda de Utah, Estados Unidos, se encuentra enfrentando la ley luego de que haber abandonado a su hijo de 8 años con necesidades especiales, en un centro médico. ¿La razón? Estaba cansada de que fuera grosero y se bajara los pantalones en público.

Sherrer, de 36 años, tiene otros tres niños, también con necesidades especiales, señaló que estaba haciendo uso de una ley de seguridad del estado de Utah, que según reporta la cadena estadounidense KSL News, señala que los padres pueden dejar a un bebé de hasta tres días en el hospital, de manera anónimas, sin preguntas o consecuencias.

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Yo pensé que estaba bien dejarlos ahí, que era un lugar seguro“, señaló Sherrer, agregando: “No pienso que sea necesariamente una mala madre. Estaba muy abrumada. No estaba segura sobre las leyes “Safe Haven” (Refugio seguro, en español) o lo que significa…Realmente no conocía otra forma de hacerlo“.

De acuerdo a los documentos de la policía, el niño caminó hacia la recepción del hospital con una nota que había escrito su madre y que decía: “¡Este niño es grosero e ingobernable! ¡No lo quiero en mi casa nunca más!“. Las autoridades del hospital se contactaron con la policía y el niño fue puesto bajo custodia.

En tanto, el fiscal del condado, Sim Gill, señaló: “Tú no dejas arbitrariamente a un niño en determinadas instituciones. Debes hablar con esa institución y esa entidad te ayuda con el proceso, hay un entendimiento. Todo el mundo sabe cuál es su rol. No puedes simplemente decir ‘He tenido suficiente y voy a dejar a este niño y nadie sabe quién soy’“.

Sherrer fue acusada de abandono infantil, un delito en tercer grado, y de abuso infantil, un delito de clase menor, y su hijo aún está bajo el cuidado de servicios sociales.