Sólo 15 meses bastaron para que Sebastian David bajara más de 30 kilos.
Este inglés solía comer más de 5 mil calorías diarias y gastaba más de 150 mil pesos semanales para dar rienda suelta a su gusto por la comida chatarra, especialmente pollo y papas fritas y masas de todo tipo.
Una grave enfermedad de su padre lo sumió en una terrible depresión, lo que derivó en que no cocinara nada durante meses, sosteniendo su alimentación en estas inmensas cantidades de comida rápida que pedia le llevaran a casa y que terminaron con su cuerpo destrozado.
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Sin embargo, cuando su padre murió, se decidió a dar un cambió de 180 grados a su vida y comenzó una estricta dieta y rutina de ejercicios que hoy lo tiene transformado en un modelo con abdominales envidiables.
Tal cual, el hombre dejó atrás su barriga cervecera y lo reemplazó por un six pack rápidamente, al punto de que sus compañeros en el gimnasio local de Burnley, lo invitaron a participar en competencias de físicoculturismo.
El increíble cambio en poco más de un año llevó a este oficial de bomberos a transformarse en uno de los solteros más codiciados de toda Inglaterra.
“Tengo que confesar que es extraño que me pidan modelar cuando miro fotos de mí mismo desde hace dos años. Pero no me quejo . Es bueno para conseguir un poco de atención de vez en cuando. En cierto modo, engordar fue algo bueno, porque yo no estaría haciendo las cosas que soy ahora si no hubiera llegado a esos límites. No me propuse competir en culturismo o modelar, yo sólo quería estar en forma y sentirme mejor, pero ahora puedo reevaluar mis objetivos. Me siento increíble. Estoy feliz de ser feliz y es genial ser capaz de sentir bien conmigo mismo”, contó Sebastian en Daily Mail.
¿Pero cómo lo logró?
Bien, antes de comenzar con la dieta, el hombre tenía una rutina más o menos así. Al desayuno se mandaba huevos con tocino y dos vienesas. Al almuerzo dos pasteles de carne (similares a empanadas) y dos chaparritas y en la cena un balde de pollo frito de la más conocida cadena.
Pero eso no es todo porque cuando tenía hambre en cualquier momento se mandaba un buen chocolate o papas fritas y cosas por el estilo, sumando así más de 5 mil calorías.
El muchacho dejó todo eso y cambió brutalmente la dieta y su rutina. Lo primero comenzó a ir al gimnasio. Cambió el grotesco desayuno por a avena y arándanos, el almuerzo por pollo, papas y brócoli y la cena por salmón y un suave acompañamiento. También cambio sus golosos snacks por galletas de arroz y batidos de proteína.
En sólo 7 meses su cuerpo ya estaba apto para competir y tras 15 meses se transformó en todo un ejemplo y un campeón.
El hombre ahora tiene mucho éxito entre las damas, lo que lo desvía de su entrenamiento y también del negocio de extintores de su familia del que se hizo cargo, peor asegura que está más feliz que nunca.
“Mi peso siempre había estado bien como solía jugar mucho al fútbol , pero cuando mi padre estaba mal y murió gané mucho peso. Pero, después de su muerte , decidí que era hora de ponerme bien de nuevo y entrar al gimnasio. Empecé a entrenar tres semanas después de su muerte y con cada semana pude ver y sentir los beneficios”, dijo el joven que está entre los finalistas del torneo nacional de físicoculturismo.
Mira a continuación imágenes de su increíble transformación.
