Un inglés quedó en “shock” cuando se dio cuenta que por no fijarse bien, confundió su champú por la tintura para el cabello de su esposa. Los resultados son hilarantes.

Simon Ford, un conductor de bus de Stockport, Greater Manchester, Inglaterra, tomó una botella pensando que era el champú “fino” de su esposa, algo que ella le ha dicho constantemente que no use, sin embargo, decidió ignorarla.

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El asunto es que en realidad no se trataba de un champú caro, sino que era tintura rosada que la mujer usa para teñir sus puntas del cabello. Es por esto que como resultado de su transgresión, el joven padre terminó no solo con sus manos teñidas, sino que también con su cabello totalmente fluorescente.

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Puedo ser un poco flojo por la mañana…así que solo tomé lo que estaba allí y me lo aplique“, señaló Ford al medio inglés BT.com, agregando: “Vacié una gran cantidad y me di cuent que era rosado, pero Louise siempre tiene champús caros que lucen medio rosados así que no le di más vueltas“.

Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, pues además de tener las manos manchadas, su frente también quedó con una línea rosada, sin hablar del pelo. El joven, asegura que al principio pensó que su esposa lo había dejado allí a propósito para darle una lección, pero en realidad sabe que ella no es del tipo de personas que hace esas bromas, e incluso ahora la mujer no quiere salir con él a la calle, para no ser vista con él y su pelo rosado.

Simon reconoce que probablemente es su culpa, porque ignoró todas las advertencias de su esposa, pero nunca pensó que iba a terminar así para aprender así.

Pese a que ha lavado su cabello siete veces, el rosado sigue presente en su pelo, incluso ha blanqueado sus manos para remover la tintura de su piel. Ahora, Ford vive su rutina normal con el pelo rosado, y aunque algunos colegas han bromeado con su desgracia, asegura estar tranquilo.

Esto nos recuerda lo importante que es leer las etiquetas antes de aplicarnos cualquier tipo de producto. Pues en algunos casos, la historia puede ser mucho más desagradable aún.