En shock quedó una madre estadounidense, Kari Duane, luego de que su hija de 27 años, Quinn, la llamara para decirle que su boda no se llevaría a cabo. Su prometido la había contactado por celular para cancelarlo todo… pero lamentablemente, ya estaba pagada desde la recepción hasta un banquete para cientos de personas.
Más de 23 millones de pesos había gastado su familia para celebrar su unión y no todos los servicios admitían reembolsos. Así que la descorazonada novia tomó una decisión increíblemente solidaria: ofrecerle su banquete a las personas sin techo.
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“Cuando descubrimos el lunes de que no se llevaría a cabo la boda, parecía la mejor opción para dar lo que teníamos”, afirmó la madre de la novia, Kari Duane, al medio local de Sacramento (Estados Unidos), KCRA.
La primera en llegar al lugar fue una mujer quien vivía en un refugio por ser “demasiado vieja para trabajar” y que no tenía el dinero suficiente como para arrendar algo. “En ese momento pensaba que aunque llegara una sola persona, valdría la pena”, declaró Duane.
Pero cada vez llegaron más: jóvenes, familias completas sin techo, abuelitos y bebés recién nacidos. Todas esas personas que normalmente luchaban para lograr comer tres veces al día, de pronto podían comer un menú de 5 estrellas. En total, sumaron 120 invitados.
Aunque en el comedor abundaban los estómagos llenos y las sonrisas, la novia decidió quedarse en casa junto a sus amigos para pasar el dolor: “Siento un gran dolor en el corazón por ella, pero si se puede sacar algo bueno de esto, lo haré”, declaró su madre, Kari. El viaje de Luna de Miel tampoco se podía reembolsar, así que madre e hija se irán de viaje a Belize el fin de semana.
