¿Te la pasas largas jornadas trotando por el parque o quizás ejercitando en el gimnasio pero no consigues bajar de peso? Esto se debe a un fenómeno que varios científicos están comenzando a reconocer: que tener una vida deportiva no necesariamente se traduce en ser delgado o delgada. E incluso, si no sabes manejar este estilo de vida, podrías terminar con más grasa de la que tenías.

Pero, ¿por qué ocurre esto? Te invitamos a revisar las 5 razones que recogió el medio inglés Daily Mail:

1.- Te recompensas a ti mismo sin darte cuenta
Ejercitar nos da apetito, pero eso no significa que necesariamente debamos comer más. Lamentablemente, es común que incrementemos la ingesta de calorías e incluso, que nos recompensemos comiendo cosas equivocadas, como un enorme pedazo de torta o un sanwich con mucha mayonesa.

Este fenómeno es conocido como “compensación” por los científicos deportivos y fue demostrado por un reciente estudio de la Universidad Estatal de Arizona, el cual puso a ejercitar a 81 mujeres con sobrepeso, pidiéndoles que siguieran su dieta usual. El resultado: casi no cambió su peso y un 70% de las voluntarias incluso subió unos kilos.

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2.- El estrés te está saboteando
Nos suelen decir que el ejercicio es la solución al estrés, pero de hecho al practicarlo libera la “hormona de la pelea”, también conocida como la “hormona del estrés”: el cortisol. Por lo que si ya sufres de estrés y tu sistema inmune no está funcionando como debería, el exceso de esta hormona tendría un efecto más que negativo en tu cuerpo y salud, ya que aumenta el apetito y es más fácil subir de peso.

La entrenadora personal Janey Holliday recomienda que “si estás estresado y quieres perder peso, primero debes mejorar tu sueño y relajación haciendo algo de power walking (caminar a ritmo fuerte), en vez de castigarte con una rutina”.

3.- Las calorías ocultas
La última moda en ejercicio es el Entrenamiento de Intérvalos de Alta Intensidad (HIIT por sus siglas en inglés), el cual consta de una intensa rutina durante cortos minutos. Aunque promete quemar 12 calorías en un minuto, una rutina estándar de 20 minutos apenas cubrirá las calorías de un vaso de vino.

Edson Hong (cc) | Flickr
Edson Hong (cc) | Flickr

4.- Comer como un atleta es malo para tu salud
Vivir de carbohidratos, bebidas energéticas o un exceso de proteínas no es una dieta buena para cualquier persona y aunque sea útil para los atletas de alto rendimiento, es poco saludable para el resto de los mortales.

“He perdido el número de los fanáticos del fitness que he intentado ayudar con sus problemas de peso, sólo porque les dijeron que necesitaban una carga de carbohidratos o que tienen que tener bebidas, geles y barritas energéticas”, explicó Zoe Harcombe. “Realmente, no necesitan nada de eso. Están llenos de calorías y grasa”, agrega.

5.- Siempre haces el mismo tipo de ejercicio
¿Has notado que cuando comienzas una nueva rutina los kilos desaparecen rápidamente, pero después este fenómeno se acaba? Se trata de un fenómeno descubierto por los científicos de la Universidad de Tampa (Florida, Estados Unidos), llamado “estado cardíaco estable de baja intensidad”. Lo que ocurre es que al pasar mucho rato corriendo o en una máquina tu cuerpo se adapta y vuelve más eficiente, por lo que el mismo ejercicio le requiere un esfuerzo menor.

Esto no significa que tengas que dejar de ejercitar, ya que el deporte es bueno para tu salud, te da tiempo para ti mismo y puede ser muy divertido. La recomendación es ponerle atención a otros puntos, como el estrés, horas de sueño y dieta.