Cuando leemos sobre sexualidad y cómo llegar al orgasmo de manera más placentera, a menudo el “Punto G” aparece como el principal objetivo de toda relación sexual. La búsqueda de esta zona y su estimulación adecuada para conseguir el ansiado orgasmo, se transforma entonces, como el gran desafío tanto para el hombre como para la mujer.

No obstante, estudios recientes aseguran que existen otras áreas del cuerpo femenino igual o más sensibles que el “Punto G”, ubicado internamente detrás del pubis y alrededor de la uretra. Zonas A, K, y U, serían los nuevas zonas erógenas que vale la pena descubrir.

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A continuación te contamos de qué se trata cada una:

Punto A:

Según el portal femenino argentino Entre Mujeres, un estudio asiático aseguró que “el 95% de las mujeres se excitan cuando les estimulan esa zona y varias llegan a obtener su primer orgasmo o el más intenso

Ubicado en la pared vaginal, a medio camino entre el Punto G y el cuello de la vagina, según la sexóloga María del Carmen Rodolico, éste se estimula acariciando suavemente la pared vaginal anterior, una vez que la mujer empiece a lubricar, retirar la mano y luego volver a hacerlo repetidamente. También puedes intentar hacerlo con un dedo en forma de “gancho”, como si estuvieras haciendo el gesto para pedirle a alguien que se acerque.

Punto U

Se localiza en la uretra, entre el clítoris y el comienzo de la vagina. Para encontrarlo debes “separar los labios mayores entre el clítoris y el comienzo de la entrada de la vagina”, asegura Rodolico, agregando que para su estimulación hay que presionar firmemente.

Esta zona ayuda a alcanzar el orgasmo, pero necesita acompañarse de la estimulación del clítoris y de los puntos G y A, además de la penetración.

Punto K:

Su estimulación aseguraría orgasmos muy intensos, sin embargo, es muy difícil llegar a él. Llamado “el paisaje misterioso”, por la terapeuta sexual Barbara Keesling (quien dio a conocer este punto), está ubicado al final de la vagina, cerca del cuello del útero.

Algunos dicen que es casi imposible llegar a esa zona, no obstante, habrían ciertas posiciones en las que se podría intentar alcanzarlo. La idea es que el penetración sea lo más profunda posible.